Historia y Vida

En el foco

CAMBIO DE REINAS

- FRANCISCO MARTÍNEZ HOYOS, DOCTOR EN HISTORIA

Las mujeres como moneda de cambio entre monarquías en los tiempos de Felipe V.

El príncipe Enrique de Inglaterra se casó recienteme­nte con quien él había elegido. Pocos van hoy a discutir su derecho a hacerlo, pero su comportami­ento habría sido insólito en la Europa del siglo xviii. Este es el escenario de Cambio de reinas, una película en la que Marc Dugain dirige una adaptación de la novela de Chantal Thomas L’échange des princesses (2013). La autora ejerce aquí como guionista de una trama que se desarrolla en 1721. La acción se desencaden­a a partir de una idea que ha de garantizar la paz en un continente que ha sufrido continuas guerras. La cinta se basa en un episodio de la complicada relación entre dos naciones vecinas. Si Francia y España fueron rivales en los siglos xvi y xvii, en el xviii fueron aliadas. No podía ser de otro modo. En nuestro país se había implantado la dinastía borbónica con Felipe V, nieto del mítico Rey Sol. A lo largo de la centuria, ambas Coronas acos- tumbraron a ir de la mano. Sus soberanos establecie­ron los denominado­s “Pactos de Familia”, destinados a unir fuerzas contra el enemigo común, Gran Bretaña. No se trataba, sin embargo, de acuerdos entre iguales. Francia ostentaba la hegemonía y no tenía demasiado interés por los deseos de España, en posición subordinad­a.

Piezas de la diplomacia

El entendimie­nto entre las cortes de Versalles y Madrid no fue obstáculo para que se dieran algunos momentos de tensión. España, tras perder sus posesiones italianas en la guerra de Sucesión (1701-14), dirigió sus esfuerzos a recuperar aquellos territorio­s. Pero la conquista de Cerdeña y de parte de Sicilia acabó con un desastre naval, ante el ataque sin previa declaració­n de guerra de la flota inglesa en el cabo Passaro. Felipe V se vio así derrotado y solo frente a la Cuádruple Alianza, integrada por Gran Bretaña, Holanda, el Sacro Imperio y, sí, Francia, para contrarres­tar el expansioni­smo hispano.

Se dijo en la época que el monarca español aspiraba en aquellos momentos a reinar en su país de origen, entonces en manos de un niño con mala salud, Luis XV. Parece más probable que, sumido en una fuerte depresión, deseara retirarse a la vida privada. Antes, sin embargo, debía dejar ultimada la sucesión. Por eso, en 1721 accedió a un intercambi­o de matrimonio­s. Su heredero, Luis, príncipe de Asturias, se uniría a Luisa Isabel de Orleans. Mientras tanto, Mariana Victoria de Borbón, una de sus hijas, sería la reina de Francia, al casarse con el soberano francés.

En aquella época, la voluntad de las mujeres de sangre real contaba poco, por no decir nada. Su obligación era someterse a la voluntad de unas monarquías que las utilizaban como peones en las negociacio­nes políticas. Eso tenía un alto coste personal. Porque, en un mundo donde las

comunicaci­ones eran precarias, un enlace con un príncipe extranjero solía implicar no volver a ver a la propia familia jamás. Dugain recrea en Cambio de reinas este plan para fortalecer las relaciones entre Versalles y Madrid. El proyecto resultó un fiasco: nada salió como se había previsto. Mariana era un niña de apenas seis años, y Francia acabó devolviénd­ola a su padre tres años después, porque en esos momentos corría prisa garantizar la sucesión. Como era de esperar, Felipe V se tomó el asunto como una afrenta. Más tarde, la infanta rechazada se casaría con el príncipe heredero de Portugal, el futuro José I. Tampoco tuvo suerte en España Luisa Isabel de Orleans, una princesa de segunda fila a la que nadie se había preocupado de instruir. Su comportami­ento resultó escandalos­o en una corte que se distinguía por su estricto ceremonial. Luis I, agobiado, llegó a decir que “prefería estar en galeras a vivir con una criatura que no observaba ninguna convenienc­ia”. La reina pareció reformarse cuando el joven soberano contrajo viruela. Permaneció abnegadame­nte junto su lecho. Muchos deseaban que la enfermedad se la llevara por delante, para librarse así de una presencia tan incómoda. Al quedar viuda, se vio en una situación difícil: Felipe V, de nuevo en el trono, no la quería en España; Luis XV no deseaba recibirla en Francia. Finalmente, regresó a su país. Murió, abandonada por todos, a los 32 años.

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 ??  ?? LUISA ISABEL de Orleans y Luis I de España. Arriba, escena de Cambio de reinas, próximamen­te en cartel.
LUISA ISABEL de Orleans y Luis I de España. Arriba, escena de Cambio de reinas, próximamen­te en cartel.
 ??  ?? MARIANA VICTORIA de Borbón (a la dcha.), hija de Felipe V de España, junto a un Luis XV de corta edad.
MARIANA VICTORIA de Borbón (a la dcha.), hija de Felipe V de España, junto a un Luis XV de corta edad.

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