Tiempos de liberación
LAS BRITÁNICAS Y LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
DURANTE LA GRAN GUERRA sirvieron en las fuerzas armadas del Reino Unido 80.000 mujeres, pero no como combatientes, sino en tareas de asistencia y enfermería. Es cierto que algunas lograron que se les impartiera entrenamiento con armas para defender los hogares, pero no se les permitió unirse a las fuerzas masculinas de defensa local. Paradójicamente, los Voluntarios de Defensa Local sí acudían a las mujeres para que enseñaran a disparar a los nuevos miembros masculinos.
CUANDO, EN 1914, los hombres marcharon al frente, las mujeres se vieron de la noche a la mañana al pie de negocios, tiendas y fábricas (a la dcha., británicas en un taller de carpintería, 1917). Fue más de un millón el número de mujeres que hasta 1918 dejaron sus casas para desempeñar todo tipo de trabajos: desde conductoras de tranvías y repartidoras de correos hasta policías. Eso sí, aunque realizaban las mismas labores que los hombres, se les pagaba la mitad del salario. La urgencia bélica obligaba a jornadas de 12 horas, y muchas llegaban a trabajar hasta 13 días seguidos sin descanso.
AL ACABAR LA GUERRA, muchas perdieron sus empleos, pero otras contemplaron nuevas posibilidades. La Sex Disqualification (Removal) Act de 1919 ilegalizó la exclusión laboral por cuestión de género. No solo eso, sino que a las señoras con cierta educación se les abrieron las puertas a profesiones que hasta el estallido de la guerra les habían estado vetadas. La Representation of the People Act de 1918, además, concedió el voto a 8,5 millones de mujeres en Gran Bretaña.