Foto con historia GLORIA SWANSON
La diva y sus paralelismos con El crepúsculo de los dioses.
La ficción y la realidad pueden llegar a confundirse. En El crepúsculo de los
dioses (1950), de Billy Wilder, Gloria Swanson encarnaba a Norma Desmond, una vieja diva del cine mudo que desea volver al estrellato. Eso le sucedió a la propia Swanson. En los años veinte había sido una reina del glamur, célebre por sus lujos y su colección de maridos y amantes. Cobraba al año un millón de dólares, algo astronómico para la época. Sin embargo, buscó la independencia y fundó su empre- sa. Quería decidir qué películas iba a hacer y cuándo. La llegada del cine sonoro desbarató sus planes, como los de tantos otros intérpretes que no pudieron adaptarse al cambio, bien fuera por su acento extranjero o porque su gesticulación, típica de las cintas mudas, quedaba demasiado teatral con sonido. Gloria enlazó un fracaso comercial con otro, entre ellos, el de
Music in the Air (1934, arriba), donde aparecía con su habitual sofisticación. Este filme, no obstante, fue el que hizo que Wilder pensara en ella en el que sería su retorno triunfal. En un principio, se molestó cuando supo que tendría que hacer un casting. ¿Era esa manera de tratar a una antigua diosa? El director George Cukor intervino para convencerla de que se dejara de tonterías: “Si te piden hacer diez pruebas, tú las haces; y si no, yo mismo te pegaré un tiro. En el futuro te recordarán por este papel”. Acertó de pleno, claro. El 27 de este mes de marzo se celebran 120 años de su nacimiento en Chicago.