ENTRE FAMILIAS
Misterio en la Francia del siglo xvi
Con El laberinto, publicada en 2005 (en castellano, por Planeta, en 2006), Kate Mosse arrasó gracias a una combinación siempre explosiva: cátaros y Santo Grial. La novela vendió en todo el mundo millones de ejemplares y dio pie a una trilogía sobre el Languedoc. Con La Ciudad del Fuego, Mosse regresa años después a la misma geografía, solo que ambientada en una época distinta: la segunda mitad del siglo xvi. Estamos en la ciudad de Carcasona. Corre el año 1562. Minou Joubert, una joven católica, recibe un mensaje intrigante: “Ella sabe que estás viva”.
No al maniqueísmo
Francia se desangraba por entonces a causa de unas terribles guerras de religión. A un lado, los fieles a la Iglesia de Roma. Al otro, los protes- tantes. Lo fácil habría sido construir un relato maniqueo en el que los primeros representaran la opresión y los segundos la libertad, pero lo que nos encontramos en las páginas de esta novela es una visión matizada de una realidad compleja. En ambos bandos se sucedieron luces y sombras. Seguimos, en paralelo, la pugna absorbente entre dos familias de distinta religión, un poco al estilo de los Capuleto y los Montesco de Romeo y Julieta.
La autora británica ha trazado un trabajo ambicioso, en el que la cotidianeidad de los espacios domésticos se alterna con el mundo del poder, capaz de influir de forma determinante en las vidas de la gente corriente. Los protagonistas son personas comunes, solo que sometidas a circunstancias realmente extraordinarias.