Los mandos navales

REPUBLICANOS

MIGUEL BUIZA tiene 38 años cuando, en 1936, se convierte en el jefe de la flota republicana. “No le gustaba hablar mucho –escribe Kuznetsov– y cuando lo hacía exponía sus ideas con frases entrecortadas y secas, como ráfagas de ametralladora”. El soviético reconoce su valentía, pero cuestiona su capacidad. Tras la guerra, Buiza se enroló en la Legión Extranjera Francesa con el grado de capitán, distinguiéndose por su valor. Acabada la IIGM, llevó a Palestina a supervivientes del Holocausto. Detenido por los ingleses, fue liberado en 1948. Murió en Orán en 1963.

LUIS GONZÁLEZ DE UBIETA nació en Bilbao en 1899. El 27 de octubre de 1937 sustituyó a Buiza al frente de la flota republicana. Aunque, según Kuznetsov, “no sentía el menor deseo de dar combate a los facciosos”, Ubieta lidera la batalla del cabo de Palos, la mayor victoria de la flota republicana. El 9 de febrero de 1939 rinde Menorca a los sublevados y parte a Francia en el crucero británico Devonshire. Cuando las tropas de Hitler invaden Francia, Ubieta se refugia en México y, después, en Venezuela. Murió en 1950, cuando el mercante que capitaneaba se fue a pique en la desembocadura del río Magdalena. Ubieta se negó a dejar la nave.

REMIGIO VERDÍA ingresó en la Escuela Naval en octubre de 1917, con solo quince años. En 1924 llegó su primer contacto con un submarino. Cuando estalla la guerra, Verdía es subdirector de la Escuela de Armas Submarinas en Cartagena. Al mando del C5, llegó a lanzar un torpedo al acorazado franquista España. Verdía fue el comandante de submarinos más leal y eficaz de la República, pero falleció demasiado pronto como para poder influir en la guerra. Murió en Málaga el 2 de enero de 1937, durante un bombardeo aéreo.

SUBLEVADOS

FRANCISCO MORENO es comandante de quilla del Baleares y el Canarias cuando comienza la sublevación. Controla para los golpistas la base de Ferrol y, el 31 de julio de 1936, se convierte en jefe de la Flota Nacional. Pese a sus cualidades para el mando, Moreno no gozó de la simpatía de Franco. Hundido el Baleares, tuvo que escuchar en Vinaroz el reproche del Generalísimo: “La consigna para los jefes es hacerse querer y respetar, porque si esto hubiera pasado siempre [...] hubiéramos tenido más marina”. Tras la guerra, intentó publicar sus memorias, pero no fue autorizado. Murió en Ferrol en 1945.

MANUEL DE VIERNA fue destituido por el ministro Giral como jefe de Estado Mayor de la base de Ferrol en vísperas del golpe. Compañero de promoción de Francisco Moreno, Vierna se convirtió a finales de 1936 en capitán del crucero Baleares. El 7 de septiembre de 1937 se enfrentó a dos cruceros y siete destructores republicanos en la batalla del cabo Cherchel, frente a las costas de Argelia. Ningún barco resultó hundido, pero el Baleares recibió varios impactos. Tras el combate, fue ascendido a contralmirante y se le otorgó el mando de la división de cruceros. Murió el 6 de marzo de 1938, cuando el Baleares fue hundido en la batalla del cabo de Palos.

JUAN CERVERA era sobrino de Pascual Cervera, el almirante que mandó la escuadra en la desastrosa batalla de Santiago de Cuba (1898).

El dictador Primo de Rivera le nombró jefe del Estado Mayor de la Armada en 1927. En agosto de 1931, descontento con la República, presentó su baja, que no fue aceptada. En octubre de 1936 se convirtió en jefe del Estado Mayor de la Armada, en contacto directo con Franco durante toda la guerra. Falleció en 1952 en Cádiz.