A PLENA VISTA, PERO TAN HERMÉTICO
Cántico sacro, teorema geométrico, arenga militar, juego de mesa, calendario solar... Son algunas de las teorías sobre el disco.
RETRATO ROBOT
De arcilla cocida y tono dorado, el disco de Festos mide 15 cm de diámetro por 1 cm de grosor. Las dos caras de su superficie están cubiertas por 241 impresiones de 45 signos ideográficos distintos. Estos jeroglíficos fueron estampados en espiral en cada faz y agrupados en lo que aparentan ser 61 conceptos, “palabras” divididas entre sí por rayas verticales. El lado A (imagen superior) muestra 31 de estos conjuntos y el B (abajo), otros 30.
CABEZAS, ESCUDOS Y PIELES
Según lo presenta su hogar actual, el Museo Arqueológico de Heraclión –el mejor dotado del mundo en arte minoico–, “la repetición de ciertas combinaciones de signos” sugiere que “la inscripción es un himno o un texto de carácter mágico”. El glifo más reiterado es una cabeza emplumada, que se repite 19 veces. Los otros más frecuentes son uno campaniforme (18 veces), un escudo redondo tachonado (17) y una piel de cuadrúpedo (15).
UNA FECHA FLEXIBLE
En la cartela del museo se exhibe la datación “Principios del siglo xvii a. C.”, pero no hay acuerdo al respecto. Pernier asentó en el registro del hallazgo que estaba en un entorno inalterado del período Minoico Medio. Esto es, durante el auge, también llamado Neopalacial, de los siglos xvii y xvi a. C. Pero Yves Duhoux y otros expertos amplían la fecha hasta el
xix a. C., otros más la retrasan al xv a. C., y también los hay, como Louis Godart, que la cifran a mediados del ii milenio a. C. sin mayores precisiones.
PARECIDOS Y DISTINTOS
Las rigurosas notas de Pernier avalan la autenticidad del objeto. También otros hallazgos. En el mismo nicho palaciego había una tablilla en lineal A, una escritura minoica aún indescifrable. Se han observado similitudes entre los caracteres de esta y algunos del disco, así como con los jeroglíficos egipcios y los anatolios. Un anillo de sello de oro hallado en 1926 en Cnosos con lineal A espiralado, la doble hacha votiva de Arkalojori en 1934 (arriba) con símbolos parecidos a los de Festos y uno de ellos, el “peine”, visto en 1955 en otro sello cretense respaldan la veracidad del disco.
¡EUREKA! O QUIZÁ NO
Acometidos infructuosamente desde su descubrimiento, los pictogramas del disco han dado mucho juego. Entre las interpretaciones más recientes, destacan la lanzada en 2014 por investigadores de Oxford y una universidad cretense que propone un himno doble, a una diosa madre y a una erótica, y la emitida en 2018 por un catedrático de Tiflis, que se inclina por una exaltación en protogeorgiano de la diosa de la fertilidad Nana. Ambas teorías han suscitado debates feroces. El disco mantiene su misterio.