Turistas de cine
El auge del turismo en España (hyv 628) tuvo un formidable impacto a muchos niveles. El cine reflejó ese cambio en diversas películas, en las que se planteaba el contraste entre los estereotipos locales y los extranjeros. El turismo es un gran invento (1968), de Pedro Lazaga, mostraba las distintas actitudes ante el nuevo fenómeno. Unos lo veían como amenaza, otros como oportunidad. Por otra parte, un tema recurrente es el de la obsesión del ciudadano medio con la llegada de extranjeras atractivas. Amor a la española (1967) [en la imagen], de Fernando Merino, o ¡Vivan los novios! (1970), de Luis García Berlanga, dan cuenta de la incidencia de la apertura al exterior en la sexualidad de la época.