Los peores presidentes
Aunque es falso que Trump sea “el presidente que más ha hecho por los negros”, también es justo decir que los ha habido mucho peores. Casi todos, en realidad. Buena parte de los “padres fundadores” de EE. UU. y sus primeros presidentes, empezando por George Washington, eran propietarios de esclavos y consumados racistas. Incluso los grandes templos de la democracia estadounidense, la Casa Blanca y el Capitolio, fueron construidos con mano de obra esclava negra.
Andrew Johnson fue el vicepresidente de Lincoln, pero, en cuanto este murió, hizo cuanto pudo para torpedear los derechos de los antiguos esclavos y permitió a sus antiguos propietarios poner en marcha la segregación. Ya en pleno siglo xx, Woodrow Wilson (arriba), aquel que tenía grandes planes para la paz mundial tras la I Guerra Mundial, alababa al “gran Ku Klux Klan” y proyectaba su publicidad en la Casa Blanca. También ordenó la segregación en el gobierno federal para impedir que funcionarios blancos y negros trabajaran juntos.
Incluso un héroe nacional como Franklin D. Roosevelt, que sacó al país de la Gran Depresión y lo lideró durante la Segunda Guerra Mundial, no apoyó las propuestas de ley contra los asesinatos extrajudiciales de afroamericanos para no enfadar a los poderosos demócratas sureños. Nixon también los cortejó para llevárselos a su partido, y, desde entonces, raro ha sido el republicano que no les ha hecho un guiño.