De Nínive a Madrid
Los relieves asirios de la Real Academia de la Historia
En la Real Academia
de la Historia en Madrid se conservan dos bajorrelieves y una inscripción real asirios. El primero de los bajorrelieves representa a dos soldados asirios en formación de marcha. El segundo es un fragmento donde se reproduce la figura de un caballo, mientras que el texto cuneiforme es una inscripción real de Sennaquerib en la que se desglosa su titulatura y se hace referencia a su palacio. Originariamente, las piezas formaban parte de un conjunto más amplio de relieves que decoraba la sala del palacio de Sennaquerib en Nínive.
Las tres piezas fueron
adquiridas y donadas a la Academia por el diplomático español Antonio López de Córdoba, que se desempeñó largo tiempo en el Imperio otomano y viajó por distintos países de Oriente Próximo y Medio. En 1847, López de Córdoba encargó la adquisición de las piezas a Nicholas Gliocco, un conocido tratante de caballos, que se hizo con ellas en 1849 en la ciudad de Mosul. Sin embargo, la muerte de Gliocco ese mismo año impidió el envío inmediato del material, que permaneció en depósito en una misión de los dominicos.
Finalmente, una comisión
enviada desde España se hizo con las piezas, que llegaron a Madrid a finales de 1850 y fueron donadas a la Academia al año siguiente.