MUSSOLINI: DE GOLPISTA A DUCE
Antonio Scurati publica la segunda entrega de su biografía novelada
M. El hijo del siglo (2020), primer volumen de la tetralogía sobre Mussolini y el fascismo italiano escrita por Antonio Scurati, terminaba con el asesinato, en 1924, del líder socialista Giacomo Matteotti a manos de un grupo de “camisas negras”. El crimen escandalizó a la opinión pública italiana y provocó el abandono del Parlamento por parte de los diputados de la oposición. Tras ese suceso, la carrera política de Mussolini parecía tener los días contados. Sin embargo, lo que aparentaba ser un final se transformó en un principio: el comienzo de la dictadura del Duce. En esta segunda parte, el líder fascista es “el hombre de la providencia”. Scurati hace referencia en el título a la frase dicha por el papa Pío XI tras los acuerdos entre la Iglesia y el gobierno italiano, alcanzados en Letrán en 1929. El libro cubre el período de 1925 a 1932. Ocho años en los que el Duce consigue superar “providencialmente” la crisis política de 1925, se salva “milagrosamente” de cuatro atentados y una grave enfermedad intestinal y se convierte en casi una divinidad a ojos de millones de compatriotas. También son los años en los que Mussolini, como un dios colérico, cubrirá el cielo de Libia con el amarillo apocalíptico del gas mostaza, abrirá campos de concentración en el desierto norteafricano y destruirá una parte de Roma para rehacerla a su imagen y semejanza, la de un “nuevo César”.
Una novela documental
Scurati narra esta etapa de la vida de Mussolini siguiendo la misma técnica empleada en el anterior volumen: combinando, con enorme destreza y brillantez, los recursos narrativos de la ficción con la rigurosidad y la profundidad del ensayo histórico. Definida por el propio autor como una “novela documental”, cada capítulo viene acompañado por fragmentos de los documentos que sustentan y otorgan veracidad a la narración. Con una voz omnisciente y un estilo ágil y elegante, que recuerda al de Éric Vuillard (El orden del día; 14 de julio), Scurati insufla vida a esos documentos dándoles forma literaria. El resultado es una vivísima inmersión en el pasado, en las tripas del fascismo, a la vez que una lúcida reflexión sobre nuestro presente, sobre nuestra actualidad política, infectada de discursos populistas, que podría haber firmado el propio Duce hace casi un siglo.