Al acecho de las bacanales
UNA HISTORIA DE SORORIDAD, EMPODERAMIENTO Y FEMINIDAD A LA ROMANA
Original. Esa es la palabra que define al historiador Pedro Ángel Fernández Vega. Y es que este doctor en Historia Antigua por la Universidad de Cantabria, cada vez que publica, nos brinda una obra que nos guía siempre por los caminos menos transitados de la historia. Lo hizo cuando, en La sombra de Aníbal, relató la lucha de Roma y Cartago desde el punto de vista de sus protagonistas más desconocidos. O cuando en Corrvpta Roma nos sumergió de lleno en las cloacas del antiguo Estado romano. Y ahora, con Bacanalia, su primera novela, ha vuelto a cumplir con la fama que le precede. Publicada por Espasa, la historia cuenta la segunda guerra púnica sin contarla. Los personajes clave de aquel momento decisivo para el mundo occidental son aquí un mero acompañamiento. Lo verdaderamente importante en el relato son las mujeres. Las patricias, plebeyas, esclavas, prostitutas y forasteras que protagonizan cada línea. Porque Bacanalia es la historia de un suceso oscuro, una caza de brujas de la Edad Antigua que cargó contra la feminidad, conocido como el escándalo de las Bacanales. Pero incluso este episodio, que supuso una salvaje persecución de los seguidores, principalmente mujeres, del rito de las bacanales, no es sino una excusa para contar al detalle la vida de las romanas. Y ese cajón de sastre comprende su cotidianidad, sus dolores, sus ambiciones, sus esperanzas, e incluso esa primitiva sororidad surgida en un momento, el de la guerra contra Aníbal, en el que la ausencia de los hombres, arrojados en las fauces de la guerra, se hizo notar en la retaguardia.
Ellas tienen la palabra
Y es este, también, un relato del machismo de esa Roma surgida de una violación masiva, mitificada con el nombre de rapto de las Sabinas. Episodio que, siglos después de su ejecución, se reprodujo una y otra vez en la sociedad femenina, esa mitad de Roma que Fernández Vega ha sabido captar, narrando en sus diálogos dramas diarios como el aborto, el sometimiento al paterfamilias de turno o los terribles castigos que soportaban esas que soñaban, aunque fuera poco, con aquello de empoderarse. Bacanalia es, por último, una novela entretenida, sí, pero también una obra sumamente didáctica, en la que se aprende, y mucho, de un autor al que se le nota la pasión por Roma, el conocimiento de su historia y el oficio de profesor.