Su biografía, en cuadros
El pintor flamenco Pedro Pablo Rubens plasmó la vida de la reina en un ambicioso ciclo pictórico
María de Médici encargó al pintor flamenco Pedro Pablo Rubens una serie de pinturas que tituló “Vida de María de Médici”, con el objeto de reforzar su soberanía y justificar la legitimidad de su regencia frente a Luis XIII. Destinadas a las estancias del palacio de Luxemburgo, debían reflejar los momentos cumbre de su reinado y las tribulaciones sufridas durante el mismo.
El pintor flamenco realizó los bocetos de la obra en París en 1621, bajo la supervisión de la propia reina, si bien la serie se concluyó en 1625 en el taller del pintor en Amberes. De los veinticuatro cuadros que componían el colosal proyecto, solo se conservan veintidós óleos, expuestos en el Museo del Louvre, mientras que los bocetos originales se conservan en la Alte Pinakothek de Múnich.
Uno de ellos, el Desembarco de María de Médici en el puerto de Marsella (arriba), resulta especialmente significativo para ilustrar el propósito que guio a la reina a la hora de realizar su encargo, En él, María, revestida de majestad, aparece en el centro de la imagen rodeada por una compleja simbología que alterna personajes reales y seres mitológicos, como testimonio de la unión entre lo terrenal y lo sobrenatural, a fin de reflejar la intemporalidad de la Corona y el papel que iba a tener la soberana en los destinos de Francia.