Arqueología de la Guerra Civil española
LOS OBJETOS Y LUGARES QUE NOS HACEN REVIVIR LA TRAGEDIA
Podría parecer que, después de tantos miles de libros, nada se puede escribir sobre la Guerra Civil española desde una óptica novedosa. Pero esto es lo que consigue La Guerra Civil española en 100 objetos, imágenes y lugares, un volumen a cargo de un espléndido equipo de especialistas, entre ellos, Antonio Cazorla, Emilio Grandío o Miren Llona. Se trata de un valioso intento de poner la historia que se hace en el mundo académico al alcance del gran público. Las cien entradas no tienen tanto una vocación enciclopédica como la intención de sacar a la luz historias olvidadas o compartir investigaciones novedosas. Los artículos giran en torno a una disciplina tan poco conocida como la arqueología de la contienda de 1936.
En una excavación fue donde se encontró un orinal que había pertenecido a un refugio antibombardeo, cerca del Hospital Clínico de Madrid. En otras ocasiones, lo que se nos cuenta nos impacta por su contenido especialmente trágico. Un soldado gallego, Faustino, es obligado a incorporarse a las filas rebeldes. Mientras se hallaba en un hospital, un compañero le delató por lo que escribía en su diario. Las críticas a los mandos militares, incluido Franco, le costaron la condena a muerte.
Una memoria palpable
A través de los ítems seleccionados, el pasado se vuelve más tangible. Observamos elementos obvios en un conflicto militar moderno, como un tanque soviético T-26, pero también otros que recuerdan que no todo consistió en probar la última tecnología. También se hacían granadas artesanales, productos con una larga tradición en los movimientos revolucionarios españoles. La mayoría de las imágenes corresponden a la época de la guerra, pero otras son de la dictadura franquista y de la democracia, lo que nos adentra en cómo se ha recordado el trauma bélico en estos períodos. Hablamos, pues, de memoria, pero también de desmemoria. ¿Cuánta gente de la que circula por el aeropuerto compostelano de Lavacolla sabe que sus instalaciones se construyeron con el trabajo forzado de los presos políticos? Los autores se han propuesto rescatar un pasado que, como recuerdan, permanece todavía muy vivo y sometido a revisión. De este modo, nos lanzan una cuestión provocativa, que merece reflexión: “¿Qué es prioritario, recordar lo que los españoles vivieron y sintieron ayer o reflexionar sobre lo que experimentamos y sentimos hoy?”.