Historias grabadas en piedra
Uno de los atractivos del yacimiento desde el inicio de las excavaciones fueron los relieves escultóricos y las narraciones en escritura cuneiforme, que han aportado datos únicos sobre el sitio. La mayor parte de ellos, por su valor artístico, fueron trasladados a París, donde se exhiben en el Museo del Louvre. Destacan las representaciones monumentales de Sargón II y de sus mandatarios, de personajes mitológicos (como un ser humano con cabeza de pájaro y alas, o un hombre pez), de escenas de batalla, así como de comercio o de animales.
Los grandes frisos narrativos, que plasman el transporte de madera desde tierras lejanas (arriba) o batallas, ocupaban los muros externos del palacio y de las murallas. Asimismo, los toros alados con cabeza humana, tan característicos de este período, daban la bienvenida a autóctonos y visitantes en las puertas de la muralla y los edificios.
Estas enormes figuras constituyen un ejemplo único del arte del momento, pues, vistas de frente, parecen reposar, estáticas, mientras que, si se contemplan desde los lados, una de sus patas delanteras transmite cierta sensación de movimiento. En total se hallaron más de veinticuatro parejas de toros alados flanqueando entradas y puertas del complejo. Muchos de ellos yacen hoy en el fondo del Tigris.