El arqueólogo austrocheco que encontró el brazo del Laocoonte
NARRACIÓN SOBRE LA ÚLTIMA NOCHE DEL ANTICUARIO JUDÍO LUDWIG POLLAK ANTES DE SER APRESADO POR LOS NAZIS EN ROMA
La madrugada del 16 de octubre de 1943, se produjo una redada de judíos en Roma perpetrada por las tropas de las SS. La capital había sido ocupada por los nazis un mes antes en represalia por la destitución de Mussolini y la rendición del gobierno italiano a los aliados. Uno de los judíos amenazados por la persecución era el austrocheco Ludwig Pollak, un reputado arqueólogo y anticuario, asesor de grandes coleccionistas, que había sido director del Museo de Escultura Antigua Barracco y había alcanzado gran renombre al descubrir en 1906 el brazo derecho perdido del Laocoonte, el célebre conjunto escultórico helenístico conservado en el Vaticano. El historiador Hans von Trotha recrea en El brazo de Pollak la última noche del erudito antes de la redada. La novela, fruto del estudio de los archivos y diarios del anticuario, está articulada por medio de una larga conversación entre Pollak y un profesor enviado por el Vaticano para advertir al anticuario del peligro que corre y trasladarlo junto a su familia a la Santa Sede, donde puede refugiarse. Lejos de apresurarse, Pollak, un hombre anciano, decide demorar la huida y, con una desconcertante tranquilidad, contarle al profesor la historia de su vida.
Goethe como referente
Von Trotha maneja con gran pericia literaria la narración de ese compás de espera. Consigue transmitir de forma extraordinaria la tensión existente entre la sensación de urgencia por el peligro inminente y la fascinación que ejerce en el profesor el relato de la vida de Pollak.
Unos recuerdos salpicados de jugosas anécdotas y brillantes reflexiones sobre el arte y la arqueología, que son la expresión de un profundo conocimiento y amor por la cultura clásica europea, representada por la figura de Goethe, el gran referente intelectual del anticuario. El punto culminante de la conversación es el relato del hallazgo del brazo del Laocoonte y la significación de esa escultura en la historia del arte. El autor traza un paralelismo entre el sufrimiento extremo que expresa la figura del sacerdote troyano de la mitología griega, condenado a morir por los dioses enviándole dos serpientes marinas, y el trágico destino de Pollak, un Laocoonte moderno resignado a morir por las mordeduras de las serpientes de la barbarie y la sinrazón.