Bad Dudes. Celebramos los 30 años del rescate más insólito
En abril de 1988, Data East lanzó una de sus recreativas más populares y recordadas. Es hora de rendirle homenaje por su 30º aniversario...
Si hubo un año decisivo para un género como el beat'em up, ése fue 1987. En ese año, llegó a los salones recreativos el mueble de DoubleDragon, que inauguró la época más dorada y prolífica del género (antes, habíamos podido disfrutar de algunos títulos más rudimentarios, como KungFuMaster) y que destacó por introducir el modo cooperativo para dos jugadores y apostar por una vista "oblicua", que nos permitía movernos en los tres ejes (hacia el fondo y el frente de la pantalla, y ascender o descender por el escenario). A DoubleDragon le siguieron infinidad de títulos con un planteamiento similar, entre los que destacaron FinalFight, con sprites más grandes y un sistema de combos más depurado, o GoldenAxe, que apostó por la fantasía heroíca hack and slash. Otros muchos éxitos apostaron por los clichés imperantes en la época y, en cierto modo, heredados del cine de serie B que reinaba en los videoclubs. Pandillas y ninjas se pasearon por salones y consolas de la época, en infinidad de títulos, como RiverCity Ransom, StreetsofRage, NinjaTurtles, ShadowWarriors...
SALVAR AL "PRESI" REAGAN
Pero Data East, o DECO (abreviatura de Data East Corporation), de la que hablamos hace unos meses en otro reportaje, prefirió abordar esta tendencia a su manera y, en cierto modo, más "a lo grande". ¿Por qué limitarse a secuestrar a la novia de uno de los protagonistas cuando, virtualmente, se podría secuestrar al mismísimo presidente de los EE.UU.? Añade a la
ecuación un malvado clan ninja y ya tienes un argumento de serie B, ideal para una máquina recreativa. Así, Ronnie, o más conocido como Ronald Reagan, se convirtió en la víctima del clan Dragon Ninja y en el detonante para que un par de "tíos malos" (o los "Bad Dudes" del título) se echaran a la calle para salvar al presidente, incentivados por un agente secreto que les picaba, de forma bastante ridícula, preguntándoles si serían lo suficientemente malos como para salvar a Ronnie... Eran los 80: eran otros tiempos y esas ridículas frases han perdurado en el tiempo, propiciando incluso la proliferación de memes.
Estos tipos duros con camiseta de tirantes eran Blade y Striker, dos personajes tan clónicos como sus propios nombres, que sólo se diferenciaban por el color de sus pantalones, blanco y verde, respectivamente. Con ellos, nos lanzábamos a la persecución del clan Dragon Ninja, en un viaje que nos llevaba por un total de siete niveles, no muy largos, pero con desarrollo ligeramente distinto a lo que ya se estaba imponiendo en el género en los salones con DoubleDragon. Aquí, el desarrollo era totalmente plano, con desplazamiento lateral en puro 2D, al estilo de clásicos anteriores como el mencionado KungFuMaster, de 1984, o el Shinobi de Sega, de 1987. Con este último, comparte otro aspecto, y es que todos los niveles tienen dos niveles de altura, entre los que podemos movernos libremente, para subir a la plataforma superior o bajar a la inferior, según va exigiendo la acción.