35 años del Amstrad CPC 464 en España.
Los orígenes de un ordenador mítico.
Bien es sabido que España fue uno de los países en los que el Amstrad CPC 464 gozó de mayor éxito, en clara disputa por el primer puesto con nuestros vecinos franceses. Gran parte de este triunfo se lo tenemos que agradecer a Indescomp, cuyo fundador, José Luis Domínguez, hizo lo imposible para que CPC 464 desembarcara en nuestro país en las navidades de 1984. Tras reclutar a numerosos talentos de la programación, como Carlos y Jorge Granados, Fernando Rada, Camilo Cela, Paco Suárez, Pedro Ruiz, Paco Menéndez o José Antonio Morales, entre muchos otros, los primeros juegos del Amstrad CPC 464 empezaron a llegar al mercado, muchos de ellos gracias al habilidoso grafista Carlos Díaz de Castro, otro de los grandes fichajes de Domínguez.
Las conversiones de ZX Spectrum de La Pulga y Fred en poco más de un mes, fueron los primeros juegos españoles realizados para el ordenador de Amstrad que, además, sirvieron como moneda de cambio para que la compañía británica decidiera apostar por nuestro país y por Indescomp, que poco tiempo después pasaría a convertirse en Amstrad España, principal culpable del éxito del CPC 464 por estos lares.Además de La Pulga y Fred, cuyos nombres iniciales en sus versiones cepeceras fueron Roland in the Caves y Roland on the Ropes, respectivamente, Indescomp publicó juegos tan variados como Plaga Galáctica (un matamarcianos inspirado en Space Invaders), Campeones del Mundo de Rallyes (conducción), Hockey (deportivo), Supertripper (plataformas) o Robin (aventura), todos ellos entre 1984 y 1986, momento en el que la compañía abandonó el desarrollo de videojuegos para centrarse en la venta y distribución de hardware.
Pero Indescomp no es recordada únicamente por estos motivos, sino por ser la incubadora de dos de las compañías más importantes de la Edad de Oro del software español: Made in Spain y Ópera Soft, de las que hablaremos unas páginas más adelante. Ahora es el momento de hablar de Dinamic, probablemente la compañía española más importante en lo que respecta al CPC 464.
Fundada por unos jovencísimos hermanos Ruiz (Víctor, Pablo y Nacho) en 1984, Dinamic comenzó su andadura de manera amateur, desarrollando los juegos y encargándose de la venta y distribución ellos mismos, con la ayuda de algunos amigos. Tras diversos juegos para ZX Spectrum, se estrenaron en el Amstrad CPC 464 con Rocky,
un juego de boxeo cuya portada supuso también el estreno del dibujante Alfonso Azpiri como ilustrador de videojuegos. Pero fue en 1985 cuando Dinamic consiguió su primer gran éxito en el CPC 464, con Abu Simbel Profanation.
A partir de entonces, los éxitos de Dinamic se fueron sucediendo uno tras otro, muchos de ellos con preciosas portadas de Azpiri, como Camelot Warriors, Army Moves, Phantomas 2, Dustin o Nonamed.
Gran parte del éxito de Dinamic fue contar, casi desde el principio, con un nutrido grupo de desarrolladores externos, muchos de los cuales traían su propio juego bajo el brazo para que la ya constituida empresa de los Ruiz hiciera unos últimos retoques y los pusiera a la venta con una buena campaña de marketing. En ese grupo se encontraba gente como los hermanos Abril (Nacho y Carlos), Enric Cervera o los chicos de Zeus Software y Creepsoft, que dieron vida a juegos para CPC 464 del calibre de Phantis, Phantomas, Hundra o Rescate Atlántida, entre muchos otros. Si a esto le sumamos que el grafista Javier Cubedo participó en muchas de las obras de Dinamic y que siempre contaron con ilustradores de la talla de Luis Royo, Fernando Sangregorio, Enrique Ventura o Ricardo Machuca, podemos afirmar que el éxito estaba asegurado.
Muy diferente fue la historia de Made in Spain, los chicos que salieron de Indescomp para fundar su propia compañía. Fernando
Rada, Carlos Granados, Camilo Cela y Paco Menéndez siempre tuvieron claro que primarían la calidad sobre la cantidad, lo que se tradujo en pocos juegos, pero con un nivel medio-alto que les convirtió en una de las mejores desarrolladoras desde su estreno en 1986 con Sir Fred. Tras éste, decidieron profesionalizarse y crear Zigurat (lo que supuso la salida de Paco Menéndez del grupo al no estar interesado en el negocio), el sello con el que publicarían sus propios juegos y los de otros autores ajenos a la compañía. Arcadia, True Soft y Gamesoft fueron algunos de los mejores, que además aportaron grandísimos juegos al CPC 464, casi siempre aprovechando el modo gráfico de dieciséis colores del ordenador de Amstrad. Obras como El Poder Oscuro, Comando Quatro o Jungle Warrior están consideradas entre las mejores del CPC 464.
Zigurat, al igual que sus competidores, también apostó por tener un portadista de nivel y se hizo con los servicios de un joven, pero brillante, ilustrador llamado Ángel Luis Sánchez, el cual acabaría realizando once de las portadas de la compañía, destacando precisamente la de El Poder Oscuro. En 1988, los hermanos Granados (Carlos y Jorge), Rada y Cela apostaron por los juegos deportivos y las licencias, con éxitos como el de París-Dakar, Emilio Sánchez Vicario, Sito Pons 500 c.c. Grand Prix o Carlos Sainz. La otra facción surgida de Indescomp fue Ópera Soft, fundada en 1986 por Pedro Ruiz, Paco Suárez, Carlos Díaz de Castro, José Ramón Fernández Maquieira y José Antonio Morales. O lo que es lo mismo: cuatro programadores y un grafista, con lo que Díaz de Castro
MADE IN SPAIN SIEMPRE TUVO CLARO QUE EN SUS JUEGOS PRIMARÍA LA CALIDAD SOBRE LA CANTIDAD.
tuvo que multiplicarse en los primeros años de la nueva compañía. Desde su estreno con Livingstone Supongo, Ópera demostró lo en serio que iba con el CPC 464, ya que prácticamente la totalidad de sus juegos se realizaron originalmente para el ordenador de Amstrad, siendo después portados al resto de sistemas. Así, el catálogo de Ópera está repleto de joyas para el CPC 464, desde Goody hasta Rescate en el Golfo, sin olvidarnos de Mot, Sol Negro, The Last Mission, Ángel Nieto Pole 500 o Sirwood, entre muchísimos otros.
El estudio valenciano Cómix fue una de las bazas de Ópera, ya que la pareja formada por José Vicente Pons y Eduardo Bellver fue la responsable de diversos juegos, liberando así a los mandamases de la compañía madrileña. Entre sus trabajos hay que destacar juegos tan bonitos gráficamente como Corsarios, Ulises o Mythos, si bien son conocidos por su desmesurada dificultad, que afectaba en gran medida a la jugabilidad.
Y cómo olvidar lo que sería la gran obra maestra publicada por Ópera Soft: La Abadía del Crimen, una aventura isométrica que fue llevada a cabo con mucho mimo por el programador Paco Menéndez (tras su salida de Made in Spain) y el grafista Juan Delcán, arquitecto de profesión.
Finalmente, pero no menos importante, los jugadores españoles tuvimos el placer de disfrutar de los juegos de Topo Soft, la compañía creada en 1987 por Erbe para competir de tú a tú con Dinamic, Ópera y Zigurat.
Aunque el desarrollo interno de videojuegos ya se había producido en Erbe con trabajos como Mapgame y
Las Tres Luces de Glaurung a manos de Javier Cano, Emilio Martínez y José Manuel Muñoz, fueron Desperado, Survivor, Stardust y Spirits los primeros en aparecer para el CPC 464 bajo el sello de Topo Soft. Con el propio Cano como responsable del equipo, el cual se encargaba además de gestionar a los desarrolladores externos que ayudarían a hacer grande a la compañía gracias a sus obras, Topo publicaría decenas de juegos para el CPC 464, muchos de ellos resultando grandes éxitos de ventas.
Además, la incorporación de Alfonso Azpiri como ilustrador de la mayoría de sus portadas tras dejar de trabajar para Dinamic, supuso una apuesta ganadora que hizo que Topo llegase a lo más alto con juegos como Mad Mix Game, Titanic, Silent Shadow
Tuareg, incluso cuando a Javier Cano lo sustituyó Gabriel Nieto, ex director de la revista Micromanía, como responsable del equipo.
Top Soft tuvo la suerte de contar con talentosos grafistas, como Julio Martín Erro, Ricardo Cancho, Roberto Potenciano o Alfonso Fernández Borro, cuyos juegos destacaron en el CPC 464 gracias al precioso modo 0 de dieciséis colores en pantalla. Trabajos como Wells & Fargo, Chicago's 30, Black Beard, R.A.M, Metropolis, Lorna, Gremlins 2 o Zona 0 son buena muestra de ello. Además, casi todos los juegos de Topo contaban con la excelente música de César Astudillo, más conocido en aquellos años como Gominolas. No es de extrañar que la compañía fundada por Cano, Martínez y Muñoz se convirtiera en un fenómeno de masas y gran abanderada del Amstrad CPC 464.