Technosoft.
Con la fuerza de un trueno.
El mítico estudio japonés dejó de desarrollar videojuegos allá por el año 2001, pero su legado sigue muy vivo en nuestros corazones... y en las manos de Sega.
El nombre de TechnoSoft siempre irá unido al de Thunder Force, su legendaria saga de matamarcianos, pero, a lo largo de su trayectoria, podemos encontrar otras obras tan revolucionarias como Plazma Line (1984, PC-88, el primer videojuego doméstico con gráficos poligonales 3D) o HerzogZwei, uno de los primeros RTS de la historia, que tendría una influencia notable en títulos como DuneII o Warcraft. Más apasionante aún es la historia de uno de sus fundadores, Kotori Yoshimura (conocido como Katsunori Yoshimura antes de cambiar de sexo), creadora del primer Thunder Force (1983), quien abandonaría Techno Soft en 1986 para fundar su propia compañía, Arsys Software, donde firmó, dos años más tarde, el no menos revolucionario StarCruiser, aunque ésa es otra historia que cubriremos otro día (ojo, que esta señora codiseñó nada menos que el Omega Boost de Polyphony Digital).
Este mes, toca hablar de lo que hicieron en TechnoSoft tras la marcha de Yoshimori, que tampoco estuvo nada mal. Thunder Force II y el mencionado HerzogZwei eran títulos notables, pero su impacto comercial en Mega Drive fue menor en comparación al bombazo que supuso
en 1990 Thunder Force III, hasta el punto de ser adaptado en forma de recreativa ( Thunder ForceAC) e incluso ser versionado para SNES como ThunderSpirits. En 1992, la saga alcanzaría su cénit con Thunder ForceIV (el matamarcianos más impresionante del catálogo de MD) y, un año más tarde, los americanos pudieron disfrutar (suertudos ellos) de ElementalMaster. El declive de la compañía se hizo palpable con NekketsuOyako (también conocido como HotBlooded Family), un brawler para consolas de 32 bits bastante flojo. Aún gastaron un último cartucho en 1998 con ThunderForceV, antes de abandonar el desarrollo de videojuegos en 2001 y ser absorbidos por Twenty-One Company, una compañía que vendió todas las propiedades intelectuales de TechnoSoft (salvo el derecho de explotar las bandas sonoras) a Sega en 2016. Hasta ahora, la adquisición ha dado como fruto los ports de ThunderForceIII (3DS) y ThunderForceIV (Switch), ambos dentro de la línea SegaAges. Y seguro que no es el último clásico de la casa que regresará.