Human Entertainment.

Unos auténticos visionarios.

Fueron los pioneros, a nivel mundial, a la hora de fundar una escuela para enseñar a hacer videojuegos, y de allí surgieron un puñado de obras realmente únicas

Apenas duró diecisiete años en activo, pero, durante ese periodo, Human Entertainment se labró una gran reputación, gracias a la brillantez de sus juegos, tanto a nivel técnico como jugable, y a la tremenda originalidad de algunas de sus propuestas, que abarcaron desde la Famicom hasta Dreamcast. Human Entertainment firmó títulos tan populares como el SuperSoccer de Super Nintendo y apuestas tan arriesgadas, y gloriosas, como Septentrion (rebautizado como S.O.S. en Estados Unidos) o el mismísimo ClockTower, posiblemente el juego más brutal de todo el catálogo de Super Famicom y origen de una corta, pero impactante, saga de survival horror.

El talento brotaba a chorros de las oficinas de Human Entertaiment, pero la empresa, además, fue pionera, a nivel mundial, al fundar la primera escuela para enseñar a desarrollar videojuegos. En 1990, puso en marcha la Human Creative School, una institución ubicada junto al cuartel general de la compañía, en Tokio. De esta escuela, surgieron un buen número de profesionales de la industria japonesa y, en sus aulas, se gestaron algunos proyectos

que acabarían viendo la luz en las tiendas, como el mencionado Septentrion (con el Modo 7 de SNES al servicio de una angustiosa experiencia inspirada en "La aventura del Poseidón") o The Firemen, uno de los cartuchos más caros actualmente del catálogo PAL de la 16 bits de Nintendo. Es más, en Human Entertainment, se curtió el mismísimo Goichi Suda, más conocido como Suda51, quien dirigiría dentro de la compañía dos entregas de la saga de wrestling de la casa, incluyendo el impactante guión de Super Fire Pro Wrestling Special. El posterior fundador y CEO de Grasshopper también demostró su amor por el terror liderando el desarrollo de Twilight Syndrome ( Search e Investigation) y Moonlight Syndrome. La trayectoria de Human Entertainment se cortó de raíz en 2000, cuando la compañía tuvo que declararse en bancarrota (aunque la Human Creative School seguiría funcionando, ya bajo una gestión independiente). Algunos de sus extrabajadores acabarían formando otros estudios, como Spike o Nude Maker.

HUMAN FUE EL LUGAR DONDE GOICHI SUDA EMPEZÓ SU LARGA Y EXITOSA CARRERA