La búsqueda de productos para competir con Nintendo y su tomó muchos caminos diferentes. Capcom decidió seguir el esquema básico plataformero y, con buen criterio, añadir elementos jugables de otros géneros.
n rompió moldes en 1985, sólo dos años después del estreno de la Famicom y como juego debut de la ya renombrada como NES en Norteamérica. Era el ejemplo a seguir de cara a lograr un éxito en aquella época, y para Capcom también suponía lanzar un título pensado para la consola del momento, y no algo basado en su provechosa carrera en los salones recreativos.
Con esta idea en mente, la dirección de la empresa decidió formar un equipo con gente joven y sin apenas experiencia para que aportase ideas frescas y “divorciadas” de su actividad habitual. Y de ahí nació MegaMan, fruto de las mentes de
LA MASCOTA DE NINTENDO
siete personas en el que siempre se ha destacado a Keiji Inafune como el que dio forma definitiva al héroe y lo trasladó del diseño en papel al sprite.
La influencia del manga y el anime sobre el apartado artístico era absoluta y así lo expresaba la portada japonesa del juego (de mayor calidad que la europea y la nefasta y cómica americana), pero lo más importante venía del apartado jugable. No sólo teníamos una producción en la que un personaje muy japonés iba sorteando peligros mientras saltaba de plataforma en plataforma, sino que había dos características que definían notablemente MegaMan.
UNA DE ELLAS ERA LA LIBERTAD
para escoger el orden en el que completábamos sus seis niveles. Decir que era un juego de mundo abierto sería pretencioso, pero era lo más parecido que había en aquel momento, principalmente en el panorama consolero. Y la segunda nota importante venía del hecho de adquirir el arma especial del enemigo final de cada fase al derrotarlo, detalle que condicionaba el desarrollo, ya que encontrar el orden apropiado facilitaba el camino en el resto de niveles. Porque sí, Mega Man disparaba y esta era una de las notas diferenciadoras con respecto a la mascota de Nintendo, que contaba con sus bolas