La delgada línea entre el mejor manganime y el mejor videojuego
Dragonball Fighterz fue la mayor sorpresa del E3, y su fidelidad a la obra de Akira Toriyama dará mucho que hablar hasta que lance su kamehameha
Da igual que hayan pasado más de dos décadas desde su conclusión: "Dragon Ball Z" sigue siendo el manganime de referencia, y no hemos dejado de recibir adaptaciones consoleras desde la generación de los 16 bits, desde Butoden hasta Xenoverse, pasando por Hyperdimension, Budokai, Tenkaichi, Ragingblast, Burstlimit... Pese a alguna que otra novedad en cada entrega, la capacidad para sorprender estaba más en retirada que Muten Roshi.
En ésas estábamos cuando llegamos al E3 2017 y Arc System Works presentó Dragonball Fighterz. Los reputados creadores de Guiltygear y Blazblue, dos de los mayores referentes de la lucha 2D, se erigieron en los superguerreros de la feria. No en vano, ya se considera al juego como el más fiel que ha habido al manganime.
Tras tantos juegos de la saga en 3D, es curioso que Arc System Works haya logrado tal hazaña con un título 2D como los de los 90 y con equipos de tres contra tres. El youtuber Ikevinx ha desgranado las similitudes entre el juego, el manga y el anime, y las razones para emocionarse son infinitas. No es ya sólo que los gráficos sean calcados o que se hayan introducido minisecuencias ci- nematográficas para sazonar los combates. Es que los ataques de cada luchador, sus animaciones y sus gestos están hechos, prácticamente, a escala 1:1. Arriba, tenéis varios ejemplos de ese ejercicio, con personajes como Gohan, Goku, Trunks, Célula y Vegeta.
Ya sólo pedimos a Shenron que se tire de la música original y haya un buen modo Historia que repase las sagas de los saiyans, Freezer, los androides, Célula y Buu.
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