Un ejército animal, contra el Dr. Robotnik
La sombra de Sonicmania es muy alargada, pero, el 7 de noviembre, Sonicforces tratará de acallar a sus detractores
Desde que se mostró su primera demo, Sonicforces generó mucho recelo, una sensación acrecentada tras el anuncio de que saldría a un precio reducido de 40 euros. La desconfianza no es de extrañar, sabiendo la de medianías que ha protagonizado el erizo azul en el último lustro, pero lo avala el hecho de ser sucesor espiritual de Sonicgenerations y Soniccolours, las dos mejores entregas de cuantas ha hecho el Sonic Team últimamente. A poco que se parezca, merecerá la pena, aunque habrá que esperar al 7 de noviembre para saber si la dicha es buena.
El juego nos hará luchar, una vez más, contra el Doctor Robotnik y contra su escuadrón, pero la batalla tendrá mayor escala, pues, en el bando enemigo, estarán también Shadow, Chaos, Metal Sonic, Zavok y un nuevo villano conocido como Infinite. Junto a Sonic, estarán Tails, Knuckles, Amy, Silver, Vector... Así pues, con esa historia de ejércitos del bien y del mal como trasfondo, deberemos superar hasta tres tipos de niveles. Los primeros, HC protagonizados por el Sonic clásico, serán en 2D y primarán el plataformeo; en los segundos, el Sonic moderno deberá correr y saltar hacia delante, destruyéndolo todo a su paso. En los terceros, la gran novedad de esta entrega, manejaremos a un ser que podremos personalizar ampliamente, eligiendo entre siete especies posibles (lobo, conejo, perro, gato, oso, pájaro y erizo) y añadiéndole diversos complementos. Ese personaje hará uso de diversos artilugios, de un gancho y de unas habilidades especiales llamadas wispons, una evolución de las vistas en Soniccolours, que le permitirán congelar a los enemigos, excavar... Asimismo, habrá un contenido descargable que, a priori, será gratuito y que permitirá jugar también con Shadow.
Como ya sucediera con Sonicgenerations, para la ocasión se han reimaginado muchos niveles clásicos, como Green Hill o Chemical Plant, pero también los habrá nuevos, como Casino Forest, un bosque lleno de elementos de pinball, o City Heights, una ciudad semidestruida.