Razer Wolverine Ultimate
Una bestialidad en prestaciones... y precio
HC
Xbox One sigue siendo la plataforma qué más opciones ofrece a la hora de elegir mando. Aparte del pad oficial (incluyendo los personalizados) y el Elite, otros fabricantes han lanzado sus propias alternativas. Y, justo ahora, Razer acaba de hacer lo propio apuntando a la gama más alta, a los mandos diseñados para la alta competición. El punto de partida recuerda, en cierto modo, al Raiju de PS4 que vimos el año pasado. Se trata de un mando con una distribución idéntica a la del pad de One (sticks asimétricos y cruceta abajo), al que se le han añadido seis botones "M" adicionales (cuatro detrás y dos arriba, entre los LB-LT y los RB-RT), además de un pequeño panel de control en la parte inferior
(y que permite cambiar entre los dos perfiles que creemos en la app Razer Synapse, ajustar el volumen de los auriculares, silenciar el chat o asignar la función los botones M sobre la marcha), así como topes para reducir el recorrido de los gatillos y una luz LED que bordea el área del botón guía.
La construcción es de por sí muy robusta y sólida (lo que se espera para un pad de 180 €). Además, cuenta con tres piezas intercambiables, vía imanes: los dos sticks y la cruceta. Así, si la cruceta que viene por defecto no te convence (cuatro botones separados), puedes cambiarla por una de una pieza, al estilo Nintendo, e incluso cambiar los joysticks cóncavos por uno convexo y otro cóncavo, pero ligeramente más largo.
La funcionalidad del mando gana muchísimo si utilizamos la app Razer Synapse (disponible en One y PC), que permite no sólo crear perfiles de usuarios y ajustar el efecto o el color de la luz led, sino también ajustar funciones extra como "Agile" o "Focus", asociadas a los botones M inferiores, lo que nos permite ajustar aún más la sensibilidad de los sticks en ciertas situaciones, como al apuntar en los shooters subjetivos (que se mueva más rápida la retícula, o dentro de unos límites, por ejemplo).
valoración No es un mando barato, pero, sinceramente, poco más creemos que se pueda hacer con un pad de Xbox One. Configuración, extras, acabado... Todo es de diez.