The Mummy Demastered
Cuando "demasterizar" es sinónimo de mejorar
Versión analizada género desarrollador distribuidor jugadores idioma textos idioma Voces formato / precio lanzamiento contenido
Hubo un tiempo en el que la licencia de una película traía parejo un mal juego. En el siglo XXI, las tornas han cambiado y, ahora, estamos viendo buenos juegos de películas mediocres, como "La Momia". Lo que ha hecho Wayforward tiene mucho mérito, porque se ha sacado de la manga un metroidvania 2D de apariencia retropixelada que le da sopas con honda al filme. Nosotros encarnamos a un agente de Prodigium, la organización que se encarga de frenar las amenazas paranormales, como el resurgir de Ahmanet. Así, como un soldado "normal", debemos recorrer un intrincado mapeado repleto de enemigos (desde zombis a arañas enormes), en busca de armamento (hay siete armas, distintos tipos de granada...) e incluso habilidades, enfocadas todas a recorrer el mapa.
Un soldado sin identidad
Estas mejoras nos permiten desplazarnos por el techo, conseguir equipo de rappel para bajar por pozos, ganar más velocidad en carrera, etc. La gracia está en que, si morimos, nuestro personaje se convierte en zombi y debemos aniquilarlo con un soldado nuevo para recuperar el equipo. Es una mecánica que, sobre el papel, pintaba muy bien... pero que, en la práctica, resulta más incómoda que otra cosa: a veces, morimos en zonas complicadas, que se vuelven más duras con un enemigo "potenciado", sin olvidar que, tras derrotar al zombi, tendremos que intentar recuperar la vida perdida en el duelo, perdiendo aún más tiempo. A esto, hay que añadir cosas "añejas", como zonas con enemigos "infinitos", o una breve duración (4-5 horas, si eres experto en la materia), aunque te quedará mucho por ver: 50 documentos coleccionables, armas y power ups que no tenemos ni por qué encontrar... ¿Lo mejor? La parcela audiovisual, que es exquisita.