Need For Speed: Payback

Un "frankenstein" a gasolina

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Ghost Games, formado en su mayoría por exmiembros de Criterion, vuelve a rubricar el regreso de Needforspeed tras un año sabático. No renueva la serie, pero ofrece un entretenido "Frankenstein" cuyo corazón late a gasolina...

Payback añade muy poco nuevo a lo que hemos visto en la serie en la última década, y casi parece más un "Greatest Hits" que un juego nuevo. Tiene una historia de fondo al estilo Undercover/therun (que gira en torno a acabar con La Casa, una banda organizada) con eventos y situaciones guionizados, así como un enorme mundo abierto al estilo Mostwanted. No faltan las opciones de personalización y tuneo, las tareas clásicas de Burnoutparadise (romper vallas de publicidad, fijar récords de derrape...) o piques online, que le dan un amplio abanico de cosas para realizar, aunque ninguna muy original. De hecho, las más originales son algunas situaciones guionizadas, como el robo del coche de un tráiler (que se vio en la presentación del juego), pero no abundan.

Derrapando en ciertas curvas

A esta falta de novedades, hay que añadir otros males actuales, como "cajas de botín" (que no afectan al avance) o, incluso, tragaperras en las que usamos el dinero del juego. Técnicamente, es menos tramposo que su predecesor ( NFS "a secas"), que abusaba de las carreras nocturnas para ocultar sus carencias, pero, aquí, encontramos popping y una puesta en escena menos apabullante que sólo sorprende en momentos contados. No es mal juego, pero podía dar más de sí.