James Bond 007: The Duel
Batirse en duelo nunca fue tan doloroso
Ha habido siempre mucho debate sobre cuál ha sido el mejor James Bond: que si el de Sean Connery, que si el de Roger Moore, que si el de Daniel Craig...
El que nunca entrará en las quinielas, desde luego, es el que se marcó el estudio The Kremlin allá por 1993, que demostró lo fácil que era antaño que las adaptaciones de cine a videojuegos salieran mal. James Bond007:theduel no se inspiraba directamente en ninguna película, pero la apariencia del protagonista recordaba a la de Timothy Dalton y el principal villano era nada menos que Tiburón. A lo largo de cuatro niveles (un barco, una jungla, un volcán y una base), nuestro objetivo era rescatar a una serie de "chicas Bond" y, acto seguido, activar un detonador y poner pies en polvorosa, antes de que todo volara por los aires.
El desarrollo combinaba saltos y disparos. Sin embargo, los brincos no podían ser más toscos, y había caídas ciegas que podían hacernos fosfatina, lo que disparaba la dificultad. Los enemigos eran lerdos, pues, si nos agachábamos, pasaban de largo, pero estaban puestos a mala baba, y los disparos eran terriblemente rudimentarios. Eso sí, la banda sonora incluía la mítica tonadilla de la saga. Menos mal que, por entonces, estaba la alternativa paródica de James Pond, un pez que sí habría sido más digno de enfrentarse a Tiburón...