MIS TERRORES FAVORITOS
Street Racing Syndicate
El principio de siglo trajo consigo el auge de los juegos de tuning y, a rebufo de Needforspeed (en su vertiente Underground) o Midnightclub, fueron muchas las compañías que se subieron al carro.
Una de ellas fue Namco, que le financió un título de la especialidad al estudio británico Eutechnyx, que ya había firmado numerosos juegos de velocidad (y que, años más tarde, nos legaría el infame Ridetohell:retribution). Así nació Streetracingsyndicate, un arcade que nos ponía al volante de 40 coches de marcas reales, como Toyota, Nissan, Mitsubishi o Subaru. Conducíamos por las calles de Los Ángeles, Miami y Filadelfia, sin que faltaran clichés como el uso de óxido nitroso o las encerronas policiales, al estilo de "Fast & Furious".
La sensación de velocidad era nula, pero eso era lo de menos. Por un lado, la recompensa por ganar carreras era ligarse a dieciocho chicas despampanantes. ¿Para tener un romance con ellas? No, para llevárnoslas al garaje y verlas bailar en paños menores en su versión de carne y hueso... Por otro lado, la versión de Gamecube, la primera en ponerse a la venta, tenía un bug catastrófico que impedía completar el modo principal, lo cual obligó a Nintendo, que fue quien distribuyó el juego, a retirarlo de las tiendas a las pocas semanas de su lanzamiento y a devolver el dinero a los compradores...