Opinión
Déraciné propone una experiencia calmada, alejada de cualquier dificultad y que asienta sus bases en la sosegada exploración de las estancias de un orfanato. No es un juego para todos, pero la historia que cuenta merece ser escuchada.
Déraciné propone una experiencia calmada, alejada de cualquier dificultad y que asienta sus bases en la sosegada exploración de las estancias de un orfanato. No es un juego para todos, pero la historia que cuenta merece ser escuchada.