Metro Exodus
Viaje transiberiano y estacional en busca de la aurora
Artyom está seguro de que hay vida más allá de los túneles del moscú postapocalíptico, y lo va a demostrar en metro exodus, un shooter que apunta a estar entre los mejores de la generación.
Metro2033 y Metrolastlight fueron ya grandísimos juegos, y 4A Games ha sido aún más ambiciosa para esta secuela. No en vano, este estudio, con dos sedes en Kiev y Malta, se ha tomado la friolera de cinco años para desarrollar su primer título específico para PS4 y Xbox One (aunque ya le tomó el pulso al hardware con la vitaminada remasterización Metroredux).
El de esta saga es un caso muy especial, por varios motivos. El primero es que tiene un origen literario, pues se basa en las novelas de "Metro" de Dmitri Glukhovsky ( Exodus se inspira, en concreto, en "Metro 2035"). Este joven escritor no se ha limitado a vender los derechos y desentenderse, sino que ha colaborado activamente con 4A Games, tanto en el guión co- mo en las sucesivas presentaciones del juego ante la prensa. Su segundo factor identitario es que es un shooter subjetivo para un solo jugador, largo y ligado a una historia cuidada que, además, tiene continuidad entre entregas. Con la deriva del género de los disparos hacia el multijugador competitivo (hasta el punto de prescindir de las campañas, como en el caso de Call ofduty) y la política de los juegos como servicio, se agradece que siga habiendo propuestas como Metro, Doom o Wolfenstein. Es verdad que hay más shooters para un jugador, como Far Cry o Rage, pero su estilo de mundo abierto no tiene nada que ver con el de estas sagas de la vieja escuela.
metro de moscú vuela
El juego estaba previsto para el 22 de febrero, pero, finalmente, se ha adelantado al 15 de febrero, algo poco habitual y que da cuenta de que está ya rematado y se confía en él. A eso quizá se haya sumado también la razón comercial de desmarcarse de otra superproducción de tiros como Anthem.
Metroexodus tendrá una escala mucho mayor que la de las dos primeras entregas. Si aquéllas se ambientaban en el suburbano de Moscú y en algunas partes de la ciudad después de un apocalipsis nuclear, ésta nos llevará nada menos que por toda Rusia, y por una buena razón. Artyom, protagonista habitual de la saga, está seguro de que, en contra de lo que dicen las autoridades, hay vida más allá de los túneles, así que, junto con la Orden Espartana y a bordo de un tren llamado Aurora, irá en busca de una vida mejor. Empezaremos en Moscú, pero, gracias a esa suerte de Transiberiano, pasaremos por la estepa, un bosque o un desierto, donde la máscara de gas no será ya tan necesaria... Además de forjar relaciones con los otros miembros de nuestro grupo, entre los que se contarán Anna o Miller, esposa y suegro de Artyom, respectivamente, también nos las veremos con numerosas fac-
ciones humanas, como los llamados Fanáticos (una comunidad retrógrada que cree que la tecnología es la fuente de todos los males de la humanidad) o los Niños del Bosque (criados en la espesura después de que el estallido de la guerra les pillara desprevenidos). Algunas serán más hostiles que otras, pero en todas habrá personajes realmente carismáticos y que contarán con voces dobladas al castellano.
a cielo abierto
La ambientación exterior se ha aprovechado para introducir una novedad capital: el paso de las estaciones. El viaje de Artyom y sus camaradas durará un año, así que veremos cómo se suceden el invierno, la primavera, el verano y el otoño. Eso significa que no sólo habrá nieve, sino también arena, vegetación, lagos... Cómo no, los vestigios del apocalipsis también estarán presentes ahí fuera, en forma de ruinas o de hallazgos macabros.
Paralelamente, los escenarios serán mucho más vastos. No llegarán a representar un mundo abierto como tal (pasaremos de unos a otros gracias a la locomotora Aurora), pero sí podremos explorarlos con libertad, hasta el punto de que será necesario abrir un mapa manual para orientarse.
El componente de supervivencia exigirá pensar (no es un "mata-mata" para todos los públicos). La munición escaseará, las armas se deteriorarán y habrá que curarse con kits médicos. Los humanos serán duros de pelar, pero lo peor serán las criaturas mutantes y otros efectos de la radiación, como las "anomalías", unas bolas de energía eléctrica que obligarán a dar rodeos. Además, habrá un ciclo día-noche que afectará al mundo. En relación con eso, del potente apartado técnico, destacará la iluminación, pues la luz de la luna, las linternas o los mecheros serán fundamentales.
PRIMERA IMPRESIÓN
un shooter de la vieja escuela con un enfoque hostil y que revalorizará aún más a metro como saga de culto.
la ambientación en el exterior traerá consigo el paso de las estaciones