mis terrores Favoritos
Europe Racer 114
Corría el año 2002 y era mi cumpleaños cuando recibí un regalo en forma de juego de velocidad que no era digno ni de un desguace.
Quien me lo regaló lo hizo con la mejor intención, claro, pero es obvio que no pidió consejo a nadie. El juego de marras era un tal Europeracer, un arcade poligonal que, al menos en su versión para la primera Playstation, era un despropósito. Pese a ser de 2001, tenía absolutamente todo que envidiar a los veteranos del género en la consola de Sony ( Gran Turismo, Colinmcraerally y TOCA). Encima, su propuesta de convertir en circuitos algunas ciudades reales palidecía frente a lo que ya había podido disfrutar en el inmenso Metropolisstreetracer de Dreamcast.
Competir en carreras ilegales por las calles de doce ciudades europeas, como Londres, París, Roma o Barcelona, podría haber tenido su encanto, pero el conjunto perdía aceite hasta por la junta de la trócola. Los coches, pese a ser ficticios, se inspiraban en modelos reales, y la jugabilidad incluía alguna curiosidad, como recoger símbolos del euro, por entonces la nueva moneda única, para amasar dinero. Por desgracia, el control era tosquísimo y, más que un coche, conducíamos un amasijo cuadrado sin físicas ante el que los monumentos se abrían paso a golpe de popping. En esa época, había ya consolas más potentes, pero, encima, este título no sacaba ni la mitad del jugo de PSONE. En definitiva, un siniestro total.