Fallout 76
La guerra sí cambia, y ahora es multijugador
Se ha hablado mucho sobre Fallout76, un juego que llegó el pasado 14 de noviembre y que desembarcó con numerosos fallos técnicos que lastraban la experiencia. Nos hemos esperado a ver si Bethesda conseguía arreglar el desaguisado y, tras dos parches muy grandes y la versión 1.07 entre manos, nos adentramos en Appalachia.
Tradicionalmente, analizamos los juegos para que tengáis todos los detalles cerca del lanzamiento, dando nuestro punto de vista sobre lo que funciona, lo que no y lo que vais a encontrar. Sin embargo, hay juegos que analizamos pasado un tiempo, como Seaofthieves en su momento, ya que nos esperamos a que su mundo tuviera más vida. Algo parecido ha pasado con Fallout76. El juego de Bethesda llegó hace dos meses y levantó un revuelo excepcional, no tanto por su sistema de juego, totalmente diferente debido a la inclusión del multijugador y a unas mecánicas enfocadas a la exploración, sino por estar a medio "cocinar". A base de parches, muchos de los fallos se han corregido y ahora estamos en un punto en el que, realmente, podemos hablar de un juego que vale la pena recomendar, guste más o menos la propuesta. Ya no hay misiones que se quedan colgadas, armas que desaparecen, enemigos que son incapaces de alcanzarnos si estamos un escalón por encima de ellos ni toda la retahíla de fallos que tenía el juego de lanzamiento. Además, se ha pulido el rendimiento. Toda esta serie de arreglos era lo que necesitaba el juego para, por fin, poder ser tenido en cuenta.
Un mundo que repoblar
El Refugio 76 se ha abierto. Es el primero de todos, por lo que los únicos humanos que encontramos en el mundo son otros jugadores. Y es que estamos ante un título con multijugador online (es necesario Xbox Live Gold o PS Plus para jugar). Aunque hay una historia principal, no encontramos esos NPC que pueblan el mundo y lo enriquecen con sus historias. En esta región de Virginia Occidental, toca escuchar
Tiene muchos Fallos, pero, si os hace ''clic'' en la cabeza, os Atrapará gracias A UNA BRUTAL Ambientación
holocintas y leer diarios y registros en los terminales para enterarnos de cómo era la vida antes de que cayeran las bombas. Por tanto, la exploración del entorno y la propia experiencia de combate tienen ahora más peso que el componente de RPG que tenían los Fallout anteriores, haciendo que estemos ante una propuesta muy diferente.
De hecho, se puede decir que tiene más de shooter que de RPG, ya que las mecánicas de disparo en primera o tercera persona, como queramos, se han pulido mucho para ofrecer una experiencia más satisfactoria y, aunque vuelve el V.A.T.S., como el tiempo no se detiene, todos los combates los afrontamos en tiempo real. Eso sí, si queréis invertir tiempo en construir, podéis hacerlo, aunque el juego no nos obliga en ningún momento. Ahora bien: ¿qué aporta el multijugador? Como decimos, todos los ''humanos'' que encontramos en el mapa son otros jugadores, y podemos ser pacíficos, actuar sólo si nos atacan o ir a por ellos como si fuéramos bandidos. De nosotros depende cómo actuar ante cada encuentro, por lo que siempre vale la pena tener las armas y las armaduras a punto (mejorándolas con los materiales que encontremos) para afrontar cualquier situación. Hay momentos, de los mejores del juego, en los que salen eventos para varios jugadores en algún punto del mapa, y ahí sí debemos colaborar para llevarnos un suculento botín.
Una belleza del pasado
A nivel audiovisual, salta a la vista que no estamos ante el título más puntero de la generación, ya que hereda el motor de Fallout4. A nivel técnico, tampoco es una locura, con texturas muy pobres y un rendimiento que, aunque ha mejorado con los parches, sigue sin ser del todo fluido en algunos momentos exigentes. Eso sí, en lo que a ambientación se refiere, es soberbio, merced a una dirección artística que nos mete de lleno en este ''retrofuturo postapocalíptico'' y a una banda sonora espectacular. Si os gusta explorar y subir de nivel, es un juego muy recomendable; si buscáis un Fallout ''tradicional'', puede que se os haga muy cuesta arriba.