Preparándose para cuando llegue el calor
En este frío comienzo de año, en el que andamos un poco huérfanos de juegazos de ésos que suben la temperatura, Nintendo es la que está poniendo el combustible para caldear el ambiente... pero sin llegar a sorprendernos con los anuncios que todos esperamos. Sí, pienso en la secuela de Breath ofthewild,bayon et tao metro id, que siguen en el limbo. El último Direct ha dejado títulos muy interesantes, pero nada que te haga saltar de la silla. Eso sí, peor estamos con Sony y Microsoft, que siguen sin decir "esta boca es mía", quizá esperando a tener stock de sus nuevas consolas.
Que el comienzo de una nueva generación sea lento no debería sorprendernos, ya que así ha sido siempre, lento y farragoso, con pocos juegos, y menos aún que demuestren el potencial de la nueva tecnología. No me sorprende la ausencia de juegos para PS5 o Xbox Series X-S, pero sí que me choca un poco más la ausencia de juegos para PS4 y One, teniendo en cuenta que la retrocompatibilidad favorece que se prolongue la etapa de los "intergeneracionales". Por un lado, te garantizas millones de posibles compradores, al tiempo que les das opción a los nuevos propietarios de consolas de jugar a títulos nuevos. Claro que, este año, a los problemas habituales de adaptarse a desarrollar para next-gen se suman los problemas causados por la pandemia, que, al final, está pasando factura, retrasando desarrollos y ampliando plazos.
Pero no hay que desanimarse. Es verdad que juegos así, muy mediáticos, hay pocos o se retrasan, pero lo cierto es que no dejan de sucederse anuncios de juegos más pequeños, de primeras menos emocionantes, pero que seguro que nos hacen pasar este primer trimestre del año de lo más entretenidos hasta que empiece a desembarcar la artillería pesada. Además, siempre nos queda echar un ojo al pasado. Este año, Zelda y Metroid cumplen 35 años, Streetfighterii y Sonic celebran los 30, Residentevil y Tombraider llegan a los 25... A lo mejor no es un mal momento para regodearnos en el pasado. Al fin y al cabo, nosotros cumplimos 30, y ni tan mal...