The Medium
Cuando el plano físico se Cruza Con el espiritual
El estudio Bloober team, especialista en juegos de terror, como observer o layersoffear, se enfrenta ahora a su proyecto más ambicioso, que, además, es la punta de lanza del catálogo de exclusivos para Xbox series X-s.
La historia gira en torno a Marianne, una joven médium capaz de ver el reverso espiritual de nuestra realidad y, así, ayudar a las almas en pena a viajar a su destino final. Tras la muerte de su padre adoptivo, recibe una misteriosa llamada de ayuda, por lo que viaja al abandonado Hotel Niwa, donde nota que las energías paranormales están por las nubes... ¿Quién la llamó? ¿Qué pinta allí Tristeza, una extraña niña? ¿Y qué son esas visiones recurrentes que la atormentan? Así arranca nuestra aventura. Controlamos a Marianne en tercera persona y con un sistema de cámaras semifijas que, al estilo de los Residentevil originales, aportan un aspecto más cinematográfico al desarrollo. Nuestras tareas suelen consistir en explorar en busca de objetos que nos permitan avanzar, como un cortapernos, un pomo... Marianne no tiene armas, pero sí algunas habilidades paranormales.
Habilidades de otro mundo
La protagonista puede activar un escudo temporal para protegerse de unas extrañas polillas y usar su percepción para destacar objetos o "escanearlos" en busca de ecos, diálogos del pasado. Además, Marianne puede acumular energía espiritual y lanzar una especie de onda de choque para repeler ciertas amenazas o activar objetos eléctricos. Y también puede usar una proyección astral, para que su cuerpo espiritual llegue a zonas a las que su cuerpo físico no tiene acceso. En ocasiones, vemos sólo el plano físico; en otras, el espiritual. Pero, a veces, vemos al mismo tiempo el plano físico y el espiritual. La alternancia entre estas realidades es un efecto muy espectacular y chocante, y da pie a dinámicas de juego muy interesantes. Por ejemplo, puede que tengamos delante un obstáculo que sólo se puede eliminar en una de las dos
El juego constante Entre la dimensión física y la Espiritual Es El gran atractivo de la aventura
realidades o que sea necesario mover algo en el plano físico para que podamos interactuar con él en el espiritual. Mezclar nuestras habilidades con estos cambios de plano da pie a unos puzles con un puntito de originalidad.
Pero no todo es resolver acertijos. Al margen de las polillas, tenemos un terrible enemigo en Fauces, un enorme demonio que nos persigue en ciertos puntos. Él no puede vernos en el mundo físico, pero sí oírnos, así que hemos de ingeniárnoslas para despistarlo mientras nos lanza mensajes que ponen los pelos de punta. Y sabremos que está cerca cuando nuestra linterna empiece a parpadear como loca. Así, The Medium es capaz de sumergirnos en la trama sin necesidad de interfaz: sólo necesitamos ver nuestra linterna y el brillo de nuestro brazo, que nos indica si tenemos energía espiritual o no. La vibración del mando también ayuda a notar si hay amenazas cerca. Aunque estas amenazas pueden matarnos a poco que nos despistemos, Themedium no es un juego de terror (al menos, no uno al uso), sino más bien una aventura paranormal que, eso sí, genera mal rollo, emoción y misterio.
Arte de otra realidad
El diseño artístico y el guión son los puntos fuertes. El plano espiritual es un mundo de pesadilla y retorcido, en el que las paredes y las mesas son sustituidas por degradación, cadáveres deformados y formas orgánicas inclasificables. Allí, Marianne interactúa con personas con el rostro cubierto por una máscara y cuerpos parcialmente destrozados, que a nosotros nos resultan inquietantes, pero que ella asume con naturalidad. Y molan los escenarios surrealistas, los pasillos inacabables y las versiones "infernales" de los objetos de nuestra realidad. También da en la diana el apartado sonoro, con especial mención para las melodías del plano espiritual, obra de Akira Yamaoka, famoso por sus partituras en Silenthill.
Pero no todo es perfecto. Los correctos modelos de personajes no tienen el nivel de detalle y la expresividad de otros juegos más impactantes del estilo. En ciertos momentos, el frame rate da tirones, aunque el juego alcanza los 4K y hace un uso (en Xbox Series X) de un raytracing de lo más efectivo. Para ser un juego next-gen, el apartado técnico no es sorprendente, pero sí lo son sus trucos visuales, sus revelaciones y su atmósfera. Eso sí, se hace corto y las 8-10 horas que dura te dejan con ganas de más. Pese a todo, es una experiencia muy recomendable, a poco que os molen el terror o las historias con sorpresas tanto argumentales como jugables. Y está incluido en Xbox Game Pass.