Por rafael aznar @Rafaikkonen el gran Secarral de La covid-19 y La next-gen
Igual que en la vida cotidiana, este inicio de 2021 está siendo realmente raro en el mundo de los videojuegos, donde apenas está sucediendo nada. En 2020, la industria tuvo más defensas que otras frente a la covid, pero se benefició del hecho de que muchos desarrollos estuvieran ya en su recta final, tras años de trabajo, y "sólo" requirieran el empujón final, aunque fuera con el teletrabajo. Sin embargo, en apenas mes y medio, hemos visto cómo muchas compañías se han visto obligadas a aplazar sus proyectos. Ubisoft tenía previstos hasta tres títulos para este trimestre ( Farcry6, Ridersrepublic y Princeofpersia) y los ha pospuesto todos de forma indefinida. Blizzard se ha curado en salud diciendo que ni Diabloiv ni Overwatch2 estarán listos este año. Warner Bros ha retrasado Hogwartslegacy hasta 2022. Incluso hemos visto a dos gigantes como Amazon y Google recular en su intento de comerse una parte del pastel de esta multimillonaria industria...
Aunque Switch sí va a estar bien surtida de juegos en estos primeros meses de 2021, la pandemia ha generado un páramo de lanzamientos en el resto de plataformas, al menos en lo que a superproducciones se refiere. Ha habido juegos interesantes, como Hitmaniii o Themedium, pero ningún bombazo como los que sí tuvimos en años previos. Pero, covid al margen, llama la atención el secarral que es la nueva generación. Realmente, más allá de Ratchet&clank y Deathloop, no se atisba ningún exclusivo de calado para PS5 o Xbox Series X-S hasta el segundo semestre del año. Además, de los juegos previstos para ellas, hay muchos que también saldrán en PS4 y Xbox One, como Horizonii:forbiddenwest, Haloinfinite o el multiplataforma Resident Evilvillage, que Capcom ha decidido hacer intergeneracional a última hora. ¿Porque quién en su sano juicio renunciaría a los 115 millones de usuarios de PS4 y a los 50 de Xbox One? Francamente, me pregunto qué necesidad había de sacar las nuevas consolas tan deprisa y corriendo, viendo los problemas de stock que están sufriendo y, sobre todo, la flagrante ausencia de títulos que les saquen partido e inviten a adquirirlas a corto e, incluso, medio plazo. La deceleración del sector se ha dejado notar también en la falta de anuncios de nuevos juegos y en el reducido volumen de información sobre los preexistentes. En ese sentido, tras la obligada cancelación del año pasado, la empresa organizadora del E3 ha mostrado su predisposición a recuperar la feria con una edición virtual. Rezo para que Microsoft, Bethesda, Sony, Nintendo, Square Enix o Ubisoft nos devuelvan a la vieja normalidad de las ilusionantes conferencias. Del mismo modo, pido desde ya una vacuna ante el riesgo de que el ególatra Geoff Keighley se tire todo el verano mareando la perdiz con sus eventos de poca monta.
Más allá de Ratchet y Deathloop, no se atisba ningún exclusivo de calado para PS5 o Xbox Series X-S hasta el segundo semestre del año