30º aniversario de Blizzard
Conocida por la calidad de sus juegos, por su fuerza narrativa y por su capacidad para innovar, Blizzard celebra sus tres décadas en un momento muy dulce
Si la historia del videojuego nos ha enseñado algo, es que muchos de los grandes estudios de la actualidad, o incluso compañías editoras, nacieron como un loco sueño de estudiantes que querían ofrecer su visión en esa industria de ocio interactivo. El caso de Blizzard es, justamente, uno de ellos, y nos lleva a la Universidad de California en Los Ángeles, conocida como UCLA, donde, a principios de los años 90, un joven llamado Allen Adham tuvo la epifanía de crear su propio estudio, al tiempo que intentaba convencer a dos compañeros de la universidad para que le acompañaran en su aventura, con el fin de ofrecer algo distinto y divertido. No en vano, llevaba programando desde los catorce años, una pasión que no había dejado de cultivar en los años de instituto y que le había llevado a crear sus propios juegos y, años después, a trabajar en verano ayudando a programar exitosos juegos de otros estudios. ¿Por qué no intentarlo?
Los otros dos compañeros fueron Mike Morhaime y Frank Pearce, quienes se embarcaron con Adham y alquilaron una oficina en Irvine, California, un lugar donde ya se habían asentado numerosos estudios de desarrollo y donde sería más fácil comenzar a trabajar. Así, en febrero de 1991, abrieron las puertas de Silicon & Sinapse, un modesto estudio en el que se repartieron las funciones, incluida la de recepcionista. Poco a poco, fueron creciendo...
Los primeros pasos de S&S
Como otros muchos estudios, bajo el nombre de Silicon & Sinapse, sus primeros pasos fueron poco o nada glamurosos y, de hecho, comenzaron haciendo ports para otras plataformas de juegos de terceros, como fue el caso de J.R.R. Tolkien'sthelordoftherings,vol.i y Battle Chessii:chinesechess. El punto de inflexión llegó cuando tuvieron que portar un arcade de velocidad de 1985, Racingdestructionset, a Super Nintendo. El trabajo se lanzó bajo el nombre de Rpmracing y, según afirmaron ellos mismos, les convirtió en el primer estudio americano en lanzar un juego en SNES. Más allá de la
Super nintendo
Remake de un arcade de velocidad de Commodore 64, Racingdestructionset, desarrollado por EA en 1985. Se autoproclamó el primer juego de SNES desarrollado por americanos. Su sucesor espiritual llegó en 1993.
Mega drive - Snes - AMIGA - PC... Alternando el control de tres vikingos con habilidades distintas, debíamos superar niveles plataformeros y repletos de rompecabezas. En Mega Drive, tuvo cinco fases extra y opción para tres jugadores simultáneos.
Super nintendo - Mega drive - gb Advance Lo que comenzó siendo la secuela de RPM cambió de nombre cuando la editora, Interplay, añadió temas licenciados de rock and roll y heavy metal. Y no por ello dejó de ser un gran arcade de velocidad con disparos.
curiosidad, tras RPM, optaron por lanzarse a la piscina con su primer juego original, Thelost Vikings, una aventura de plataformas y puzles que les granjeó ya cierto nombre, gracias a su inteligente diseño. El espaldarazo definitivo llegó con Rockn'rollracing, un arcade de combate y velocidad con música licenciada, que les catapultó y propició, de cara a su siguiente y decisivo año, el cambio de nombre del estudio.
1994, el año de Blizzard
Pasó a ocupar el puesto de director creativo en Warcraftiii, rol que ocuparía en posteriores producciones hasta su salida de Blizzard en 2016 por voluntad propia para pasar más tiempo con la familia. No fue el único abandono: el fundador Allen Adham dejó el estudio en 2005, tras reconocer jornadas de trabajo de 14-16 horas diarias, y probó suerte en el sector de las finanzas... aunque se arrepintió del cambio y, tras una década alejado de Blizzard, volvió en 2016.
La Blizzard del nuevo milenio
De manera paralela al aumento de su reputación, Blizzard fue cambiando de manos y dueños como parte de diversas compraventas: de manos de Davidson & Associates, pasó a las de CUC International, que se fusionó con HFS Corporation para crear Cendant. CUC se vendió a Havas por un escándalo y, en 1998, Havas fue adquirida por Vivendi y, de ahí, en 2008, llegó la fusión con Activision, aunque Blizzard siempre mantuvo su nombre.
Así, tras Starcraft y Diabloii, y el salto a las 3D con Warcraftiii, el estudio canceló numerosos proyectos para reorganizarse y poder afrontar el nuevo milenio con ideas frescas y novedosas. Y, aunque limitó las expectativas para el juego de rol online masivo Worldofwarcraft, debido a que ya existían otras propuestas y a su sistema de suscripción mensual (pensaba que la gente iba a rechazar la fórmula), durante los primeros meses tuvo incluso problemas para satisfacer la demanda y se vio obligado a crear departamentos de soporte (de clientes y de tecnología). Poco después, WOW se convirtió en el MMORPG más exitoso, con más de 12 millones de jugadores suscritos y más de 100 millones de cuentas creadas. De hecho, sigue en activo, y creciendo, diecisiete años después de su lanzamiento.
No ha sido la única apuesta novedosa del estudio, que también ha probado suerte con otras fórmulas, como Hearthstone y el free-to-play o el hero shooter Overwatch, que llevó las mecánicas del MOBA al terreno de los juegos de disparos en primera persona. Tampoco han sido todo aciertos: sirva como ejemplo Diabloiii, que tuvo un arranque algo complicado por algunas decisiones ligadas al DRM y a tener que estar siempre conectados para jugar... aunque, con los años, el juego supo enmendarse y mejorar.
Así, a pesar de su variada y diversa producción, a lo largo de los 30 años de vida de Blizzard Entertainment, es sencillo localizar una serie de señas de identidad que han sido el hilo conductor de prácticamente todos los juegos de la compañía que han sido decisivos, de un modo u otro. Un exquisito cuidado por los detalles, por la historia, por los personajes, por el diseño y por la experiencia. Es algo que estaba ya en el primer Warcraft, y que se ha seguido cultivando y refinando hasta Overwatch. Sólo queda esperar y soñar con lo que la compañía nos seguirá sorprendiendo en los próximos 30 años...
La exitosa Game Boy tuvo, en algún momento, una versión del primer Diablo en desarrollo. Las imágenes dejaban entrever un port bastante acertado, pero no debió de cumplir los mínimos esperados y, como es marca de la casa, se canceló. El prototipo se filtró hace tiempo y es relativamente fácil encontrarlo.
No era un desarrollo de Blizzard, pero sí iba a ser editado por ella, aprovechando la bonanza de Warcraftii, que le permitía financiar a una third party. El estudio era Qualia Games, que trabajaba en un prometedor matamarcianos 2D con vista aérea y con mecánicas que recordaban a un clásico como Starmaze.