Doom 3: VR Edition
Bienvenidos al infierno en realidad virtual
Tras comprobar lo bien que funcionaba DOOMVFR con Playstation VR, estábamos deseando disfrutar de Doom3, ya que su enfoque más narrativo, que ya flirteaba con el terror en primera persona, podía ser el ideal para la realidad virtual. Y no es una adaptación, sino el desarrollo original de 2004, que se ha basado en la versión que se lanzó en 2019 para PS4, Xbox One y Switch.
El argumento es una excusa para recorrer unos pasillos oscuros llenos de criaturas, mientras disparamos y resolvemos pequeños puzles. El ritmo es el típico de un survival horror, por lo que siempre tenemos el corazón en un puño, bien porque estemos metidos de lleno en un combate o por miedo a lo que vayamos a encontrar mientras exploramos.
En el interior del infierno
Si la ambientación ya era clave en el original, en PS VR es aún mejor. Nos sentimos dentro del juego y el uso de la linterna acoplada a nuestra arma refuerza esa sensación de estar acechados, junto al apartado sonoro envolvente y a una estupenda dirección artística. Y los gráficos, que en su día fueron un hito, aún se defienden, aunque, si nos acercamos mucho a las texturas (y PS VR lo permite), se le nota la edad. Eso sí, el juego apuesta por uno de los mejores sistemas de control que hemos probado en RV. Jugamos con el Dualshock 4 y nos movemos con los joysticks, mientras exploramos con la mirada y apuntamos con la detección de movimientos del mando. Funciona de lujo y ofrece una gran precisión. Eso sí, algunos nos hemos mareados con el giro continuo… También destaca una nueva interfaz que deja a la vista toda la información necesaria. En definitiva, Doom3 sigue siendo un magnífico survival horror en primera persona, y las sensaciones mejoran en realidad virtual, pese a que se le noten los años.