Reportaje
Dotemu: Héroes de media concha
La nostalgia es un factor esencial en la industria de los videojuegos. De hecho, cuanto más pasan los años, más importante se vuelve, por la simple acumulación de juegos que van lanzándose y dejando una huella imborrable en los usuarios, especialmente cuando éstos son niños. A medida que transcurre el tiempo, resulta inevitable el anhelo de revivir aquellas experiencias que nos marcaron en la infancia. Lo sabemos mejor que nadie los treintañeros, los cuarentones o los cincuentones que, en las décadas de los 80 y los 90, crecimos al cobijo de los salones recreativos o de consolas de 8 y 16 bits como NES, Master System, Super Nintendo, Mega Drive, Game Boy o Game Gear.
En ese sentido, de un tiempo a esta parte, muchas compañías se han desatado con el desarrollo de infinidad de puestas al día de sagas clásicas, en forma de remakes, remasterizaciones, reseteos o nuevas entregas. Como ejemplo paradigmático, ahí están los remakes de grandes editoras, como los de Finalfantasyvii, Resident Evil2 y 3, Medievil, Crashbandicoot, Spyrothedragon, Metroidii, Halo y tantos otros. Ahora bien, hay una compañía que, con presupuestos mucho más modestos que los de Square Enix, Capcom, Sony, Activision, Nintendo o Microsoft, ha establecido una nueva manera de resucitar juegos clásicos. Se trata de Dotemu, una pequeña y pujante empresa francesa que, en los últimos años, ha rescatado del olvido sagas como Streetsofrage, Pang o Wonderboy, y que seguirá haciéndolo en el futuro próximo con Teenagemutantninjaturtles o Windjammers.
Por ello, hemos querido repasar la trayectoria de la compañía y hablar con su mandamás, Cyrille Imbert, un joven de 33 años cuyo trasfondo no deja lugar a dudas: "Tuve mi primera consola cuando tenía cinco años, y fue una Master System II. Desde ese momento, no recuerdo ni un momento de toda mi vida del que los videojuegos no hayan sido parte. Era un niño en los 90, pero tengo recuerdos muy profundos de juegos de esa época, en la medida en que son juegos que definieron el jugador que soy hoy. Para mí, era la forma definitiva de divertirse, descubrir nuevos universos y conectar con otros fans. Nunca me cansaba de ellos, como tampoco me canso aún hoy".
Móviles en la prehistoria de lo indie
Dotemu es un ejemplo más de lo que la escena indie supone actualmente para la industria de los videojuegos, aunque el camino hasta labrarse un nombre fue largo.
Esta saga de SNK ejemplifica a la perfección la trayectoria de Dotemu, que, primero, hizo un port del original y, ahora, trabaja en una continuación hecha desde cero.
HC
Dotemu fue fundada por dos amigos de clase que compartían su pasión por las tecnologías de emulación y que, luego, vendieron su obra a todo un visionario.
Xavier Liard
Erigió Dotemu en 2007 junto a Romain Tisserand y se ocupó de toda la burocracia, el desarrollo de negocio y las ventas. Se encargaba de la parte de recursos humanos de la empresa, de buscar financiación, de los temas legales, de obtener los permisos para utilizar las IP...
romain tisserand
Aunque también intervenía en las decisiones de negocio, el cometido fundamental del otro cofundador de Dotemu era la determinante parcela técnica. Así, desarrolló una tecnología de emulación propia que permitía correr juegos de 8 y 16 bits en navegadores web, usando Java y Flash.
Cyrille imbert
En 2014, junto a su padre, les compró a Liard y Tisserand la empresa, a la que veía un gran potencial. A partir de entonces, la compañía inició un despegue imparable, al virar hacia el mercado de las consolas y hacia la recuperación de sagas clásicas con nuevas entregas.