Alex Kidd in miracle World dx
PS5 - xbox Series x/s - Switch - PS4 - xbox one - Pc
ajankenteam (merge games)
ntes de que Sonic irrumpiera en escena en 1991 y pusiera patas arriba el universo de Sega, la compañía japonesa había hecho ya un intento previo de tener una mascota con quien se la identificara. Era algo necesario para que Master System pudiera competir con NES, que tenía como imagen de marca a un bigotudo fontanero llamado Mario. Fruto de ello, en 1986, nació Alex Kidd, un niño que iba a ser una versión de 8 bits de Goku, el pujante héroe de Boladedragón, pero que acabó siendo un personaje con entidad propia.
Sega había dado el salto de los salones recreativos al mercado de las consolas domésticas unos años antes, y necesitaba un pequeño empujón comercial, sobre todo para el estreno de Master System en Occidente. Fue así como llegó Alexkiddinmiracleworld, un plataformas bidimensional que, lejos de ser una copia de lo que había hecho Nintendo con Supermariobros, supo tomar su propio camino, con una variedad de mecánicas y unos sistemas muy avanzados para su época. La primera fase ya era una declaración de intenciones, con un escenario por el que había que avanzar "hacia abajo", y no "hacia el lado". Alex saltaba, pero solo para superar obstáculos. A los enemigos los derrotaba a puñetazo limpio. Y podía echar mano de diferentes objetos que, como bolas de dragón, le conferían habilidades especiales, como proyectar sus puños en plan "kame hame ha". Además, disponía de vehículos como una moto, un autogiro o una lancha. El colmo de la originalidad eran unos jefes finales a los que había que derrotar en duelos de piedra-papel-tijera que, eso sí, podían desesperar.
Plataformas
Treinta y cinco años después de aquello, uno de los juegos más queridos y determinantes de la historia de
Sega ha vuelto con un remake hecho nada menos que en España y disponible desde el pasado 22 de junio. La desafiante esencia de la aventura es la misma que en Master System, pero se han redibujado los gráficos, se han añadido nuevas fases, se ha ampliado la historia y se han llevado a cabo pequeños pulimentos jugables aquí y allá. Si alguien nos hubiera dicho en 1986 que Alex Kidd caería en el más injusto ostracismo y que acabaría volviendo gracias a unos fans españoles que lo conocieron siendo niños, no lo habríamos creído.