Un jefe criminal hecho a sí mismo en el suroeste de Estados Unidos
Volition y Deep Silver han anunciado Saintsrow, un reseteo de la descacharrante saga de mafiosos que nos llevará a la desértica ciudad de Santo Ileso
La saga Saintsrow se fue volviendo más disparatada con cada nueva entrega, hasta llegar a una cuarta en la que nos convertimos en presidentes de Estados Unidos, repelimos una invasión alienígena y nos adentramos en el mismísimo infierno. Pero todo tiene un límite, y Volition, el estudio responsable, ha decidido volver a las raíces mafiosas con una nueva entrega que estará planteada como un reseteo y que, de hecho, no llevará numeración ni subtítulo alguno. Y lo mejor es que ya está a la vuelta de la esquina, pues el plan de Deep Silver es estrenarla el 25 de febrero, si es que no acaba huyendo de esa abarrotada ventana de lanzamiento, elegida por infinidad de editoras en las últimas semanas por aquello de tratar de cuadrar el año fiscal antes de su final.
Así pues, Saintsrow volverá al espíritu pandillero de las primeras entregas, de modo que encarnaremos a un personaje completamente personalizable al que se conocerá como el Jefe (o la Jefa). Desencantado con el sueño americano, ese pobre diablo deberá erigir un imperio criminal en la ciudad de Santo Ileso, una urbe ficticia ubicada en el suroeste de Estados Unidos y que poco parecido guardará con Steelport o Stillwater. No en vano, el mundo abierto se caracterizará por la notable presencia de entornos desérticos. Con la colaboración de otros tres buscavidas, deberemos labrarnos una reputación y enfrentarnos a otras bandas que pretenden gobernar los bajos fondos de la ciudad: los Idols, los Marshall y los Panteros. En ese sentido, la aventura se podrá disfrutar en cooperativo a dobles, con un sistema que permitirá entrar y salir de la partida en cualquier momento.
Como en las primeras entregas, el enfoque volverá a estar más cerca del de un GTA, con exploración libre, conducción de vehículos o tiroteos. Esa fórmula se combinará con el habitual humor gamberro de la serie y con unas opciones de personalización que nos permitirán modificar ampliamente el aspecto del protagonista, para que sea un capo digno de Santo Ileso.
No tiendo a creerme las milongas de los partidos políticos (que no vienen al caso) ni las lisonjas de los máximos representantes de los principales fabricantes hacia sus productos (no solo de videojuegos) cuando se ponen delante de una cámara. Porque, según cómo sople el viento, las cosas pueden cambiar radicalmente (recordemos el rápido abandono del "todo el entretenimiento" de Xbox One al principio de la anterior generación o el aún más rápido abandono de Wii U), y es entonces cuando se vuelve más certero el manido "somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras". El pasado mes, vivimos un claro ejemplo de ello. Jim Ryan tuvo que salir a la palestra tras anunciarse que la actualización de las ediciones estándar, física y digital, de Horizon:forbiddendawn a PS5 costaría dinero. No hacía ni un año que el mensaje había sido el opuesto, y el blog oficial mencionaba, precisamente, ese juego como ejemplo de actualización gratuita ("los usuarios de PS4 también podrán disfrutar de estas experiencias cuando se lancen. Las versiones de PS4 de los juegos de lanzamiento de PS5 incluirán actualización gratuita a PS5"). Era el "nadie se queda atrás" aplicado al videojuego. Pero, con 2021 ya en su recta final, el mensaje ha cambiado, o ha sido matizado, y, junto a la enmienda del "error" con el juego de Guerrilla, ya se ha adelantado que los
No dudo que a todos les costará desarrollar actualizaciones, pero probablemente el retorno por darlas gratis es mayor, al mirar por el cliente