super Mario World y la magia desnes
Junio de 1992. Los cimientos del videojuego europeo estaban a punto de recibir una sacudida brutal: Super Nintendo llegaba, por fin, a nuestro continente. Y, por supuesto, en Hobby Consolas lo contamos con todo detalle.
El décimo número llegaba a los quioscos cual aparición "mariana", pleno de luz cegadora, aunque quizá esto último se debía a los reflejos del espectacular holograma de Supermariobros3 que regalábamos con la revista. El caso es que, atención a la primicia caducada, la portada y el análisis de Supermarioworld estaban planificados para el número anterior, que, finalmente, tuvo como imagen principal a Sonic y Olympicgold .
Curiosidades aparte, Super Nintendo debutaba en nuestro país y la revista se vistió de gala para la ocasión. La cuarta aventura de Mario fue desgranada por un servidor en la sección de "Lo Más Nuevo" a lo largo y ancho de diez páginas, algo totalmente inédito hasta ese momento en Hobby Consolas. Gracias a ese despliegue de papel, pude dar rienda suelta a mi pasión por SNES y contar casi todo lo que ofrecía el maravilloso plataformas 2D de Nintendo. "El mejor juego de todos los tiempos": así rezaba la opinión firmada que mostraba la caricatura de un joven The Elf con alto tupé y montado sobre Yoshi. Pero mi homenaje personal a Super Nintendo no acabó aquí, ya que mis manos también cayeron sobre el inigualable F-zero y un más que notable Superr-type. Eso sí, sin olvidarme de otros asuntos de gran interés lúdico, como cierto cartucho de 55 megabits de Neo Geo denominado Fatalfury, o el análisis de tres grandes títulos de Turbografx, récord absoluto, como Aliencrush, Dragonspirit o Victoryrun. Rememorando el décimo número, me encontré con la parodia "Lo Pás Huevo" que hicimos en la redacción sobre una revista de videojuegos que acababa de nacer: Súper Juegos, ni más ni menos, cuyos primeros números eran tan espantosos y circenses que no pudimos evitar echarnos unas risas, con todo el cariño, desde las páginas de Hobby Consolas. Quién me iba a decir a mí que, un año después, estaría trabajando en la revista de la competencia...