CON LA ESPADA MEDIEVAL

Capcom ha tocado todos los palos imaginables a lo largo de su extensa trayectoria, y eso ha incluido numerosos juegos de ambientación medieval. Ya en la era de los salones recreativos, firmó plataformas y beat'em ups protagonizados por valientes caballeros, algo que, más tarde, haría extensivo al mercado doméstico, con todo tipo de expertos en armas blancas y duras armaduras, así como con deidades provenientes del folclore japonés.

GHOSTS 'N GOBLINS

El caballero Sir Arthur lleva casi 40 años enfrentándose a esqueletos y otras criaturas abisales. Lo que no tenemos claro es si, en la Edad Media, se llevaban ya los calzoncillos de corazoncitos.

ONIMUSHA

Esta saga de samuráis portaba mucho del ADN de Resident Evil, pero lleva tiempo parada. Aun así, el hecho de que exista una serie animada de Netflix nos hace confiar en un potencial regreso.

DEVIL KINGS

La primera entrega de la saga de samuráis Sengoku Basara no funcionó fuera de Japón, y eso hizo que Capcom la limitara a aquel mercado. ¿Volveremos a ver aquí sus combates multitudinarios?

KUNITSU-GAMI: PATH OF THE GODDESS

Aún no tiene fecha de estreno, pero esta nueva IP de acción táctica dará cuenta, una vez más, de la obsesión de Capcom por la tradición japonesa.

KNIGHTS OF THE ROUND

El éxito de Final Fight en los salones recreativos llevó a Capcom a hacer otros beat'em ups a principios de los 90, como éste de los Caballeros del Rey Arturo o el también medieval King of Dragons.

MONSTER HUNTER

Tardó en triunfar en Occidente, pero esta serie de caza es hoy la gallina de los huevos de oro de Capcom. El año que viene, volverá a empuñar sus armas en PS5, Xbox Series X-S y PC con Wilds.

OKAMI

Antes de que cerrara, Clover Studio, con Hideki Kamiya al mando, firmó esta pequeña maravilla basada en el folclore japonés y protagonizada por una versión lobuna de Amaterasu, la diosa del sol.

DEEP DOWN

Este RPG de acción con reminiscencias de Dark Souls se anunció para PS4 e iba a ser el adalid de un motor gráfico llamado Panta Rhei, pero acabó en el limbo. Nunca fue cancelado oficialmente.