AQUÍ NO HAY QUIEN TRABAJE
En los últimos meses, multitud de grandes compañías han llevado a cabo miles de despidos que han menguado su fuerza de trabajo de una manera nunca antes vista en el sector.
Los expedientes de regulación de empleo se han convertido en el pan nuestro de cada día en la industria de los videojuegos. Por lo que respecta a las grandes compañías occidentales de desarrollo y publicación, casi sería más fácil enumerar las editoras que no han llevado a cabo despidos en sus plantillas, pues la sangría ha sido continua. En 2023, ya se observó una clara tendencia, pero, lejos de amortiguarse, en el primer trimestre de 2024, con los cierres fiscales de las empresas a la vuelta de la esquina, no ha hecho más que acentuarse. No ha habido prácticamente ni una semana en que no hubiera una nueva marejada.
En poco más de un mes, hemos sabido que Microsoft reducía su plantilla de la división de juegos en cerca de 1.900 trabajadores, que Sony hacía lo propio con 900 empleados y que Electronic Arts replicaba con otros 670 más. Casi parecía una carrera por competir con Embracer Group, el gigantesco conglomerado sueco que, en los últimos años, ha comprado infinidad de compañías y licencias, y que ha realizado más de 1.300 despidos de manera escalonada últimamente, incluso en estudios de reciente adquisición, como Crystal Dynamics y Eidos Montreal, que adquirió de Square Enix por un coste relativamente bajo.
Pero no han sido los únicos gigantes en tirar de afilados recortes. Hace poco, también vimos cómo Riot Games prescindía de 530 trabajadores y cómo Epic Games subía la apuesta con 830. Asimismo, editoras tan relevantes como Ubisoft, CD Projekt RED, Sega América o Amazon Games han acabado metidas de lleno en la espiral. Se podría añadir a Supermassive Games, Visual Concepts, People Can Fly Games, Niantic, Unity...
En el caso de España, este mismo mes, hemos visto el cierre de la división nacional de 505 Games y cómo Pendulo Studios daba a conocer un ERE que afecta nada menos que al 43% de su plantilla, sin olvidar que los recortes globales de Sony han afectado también a la filial patria. Está siendo toda una pesadilla.