LUIGI’S MANSION 2 HD
¿A quién vas a llamar?
NEXT LEVEL GAMES (NINTENDO) AVENTURA 27 DE JUNIO
La saga Mario ha tenido muchos spin-offs, pero el fontanero de camisa roja se ha mantenido como protagonista en casi todos ellos. Sin embargo, Nintendo confió en su miedoso hermano para convertirlo en la estrella absoluta de una subsaga aventurera que parodiara los juegos de terror. Así nació Luigi's Mansion, que, si bien sólo ha tenido tres entregas en sus casi veintitres años de historia, es muy querida entre el público.
Igual que ya sucedió con la primera parte de Gamecube, que fue adaptada a 3DS para ampliar un poco el catálogo de ésta cuando la consola ya estaba más que amortizada, la Gran N se ha animado a hacer lo mismo con la segunda parte y con Switch. Una vez lanzado Paper Mario: La puerta milenaria, será el turno de revisitar Luigi's Mansion 2, que se lanzó en 2013 en 3DS y se convirtió en un clásico instantáneo. Es verdad que la tercera entrega de la serie, que salió ya en Switch, la superó en prácticamente todo, pero, aun así, será una gran oportunidad para volver a degustar un juego delicioso. Aún faltan dos meses para que salga, pero ya han vuelto a nuestra cabeza la pegadiza melodía principal, los desternillantes balbuceos del Profesor Fesor o los tartamudeos del pobre Luigi.
En general, la aventura será la misma que ya disfrutamos hace once años, pero el subidón visual quizá sea más notable que el de Paper Mario, por los gráficos 3D y por cambiar de la pantalla de una portátil a la mayor potencia de una consola de sobremesa. Quizá por eso Nintendo haya añadido la etiqueta de "HD" al título, a diferencia de La puerta milenaria. Sea como fuere, volveremos a encarnar a Luigi para adentrarnos en el Valle Sombrío y erradicar una plaga de tronchantes fantasmas a golpe de aspiradora, en escenarios como una fábrica de relojes, un laboratorio botánico o una mina helada. Además, se ha recuperado la Torre de los Desafíos, el modo multijugador tanto local como online en el que aunar fuerzas con otros tres jugadores, para sentirnos prácticamente como si estuviéramos viendo una versión nintendera de Los cazafantasmas.