Lily Collins.
Su aspecto aniñado y su figura menuda contrastan con la fuerza de su voz y su modo de actuar. La hija del músico Phil Collins ha encandilado a la industria del cine con su rostro angelical y su gran versatilidad. Y, desde que protagoniza la serie ‘Emily in Paris’, ambientada en la ‘crème de la crème’ parisina, el mundo de la moda bebe los vientos por ella.
Nunca se planteó dedicarse a otra cosa en la vida que no estuviera relacionada con el arte. A los siete años se mudó con su madre de su Inglaterra natal a Los Ángeles, donde empezó a actuar en las obras de teatro del colegio. En esta pasión precoz por el mundo del espectáculo seguramente tuvo algo que ver la trayectoria de su padre, el músico Phil Collins y alma máter del mítico grupo Génesis. Tras una infancia feliz y una adolescencia algo más complicada, debutó en el cine en 2009, junto a Sandra Bullock, en “The Blind Side. Un Sueño posible”, título al que siguieron “El sicario de Dios” (2011) y “Blancanieves” (2012), junto a Julia Roberts en el papel de malvada bruja. En 2016 fue dirigida por Warren Beatty en “La excepción de la regla”, por la que recibió el aplauso enfervorecido de crítica y público, y en 2018 vuelve a la televisión para participar en la miniserie “Los Miserables”. En 2019 estrena dos filmes sin mucha pena ni gloria, pero en 2020 se mete en la piel de Emily Cooper, en la serie “Emily in Paris”, y su carrera, amén de su estilo, dan un giro de 180 grados. La serie, una de
LE GUSTAN LOS DISEÑOS DE AIRE ROMÁNTICO, LOS VESTIDOS ‘BABYDOLL’, LOS COLORES SUAVES Y NO TEME A LOS ESTAMPADOS
las más vistas de 2020, está ambienta en el París más chic y glamuroso, en el París de la moda de lujo. La estilista de la misma, Patricia Field, responsable del guardarropa de Carrie Bradshaw en “Sexo en Nueva York”, hace lo propio con el personaje de Lily Collins. Quizás por la pasión con la que la actriz se ha entregado a este personaje, quizás porque París invita a vivir la moda de otra manera... El caso es que el estilo de Lily ha cambiado prodigiosamente. Sus firmas de cabecera son Elie Saab, Giambattista Valli, Saint Laurent, Johanna Ortiz, Givenchy... Tiene un marcado gusto por las flores y los diseños de aire romántico, por los colores suaves y no teme a los estampados. Sobre la alfombra roja, suele optar por vestidos largos, aunque juega con las transparencias y las aberturas; de día, elige vestidos cortos, de aire babydoll, con taconazo. Su densa melena castaña es su seña de identidad. Del liso más extremo a ondas mayúsculas, Lily juega con su cabello como un accesorio más. Y aunque en su día a día solo la acompaña el protector solar, no se lo piensa dos veces a la hora de cargar las tintas en el maquillaje, especialmente en ojos y labios. Todo pura tendencia. Y es que ya estamos deseando ver con qué nos sorprende en la próxima temporada de “Emily in Paris”.