EL SURREALISMO EN LA MODA
Su creatividad excepcional, su espíritu inconformista y su visión atrevida de la moda revolucionaron los cánones de estilo y belleza de comienzos del siglo XX. Nacida en Roma y más tarde afincada en París, donde se consolidó como diseñadora, Elsa Schiaparelli representaba la elegancia extravagante y surrealista de la época; el contrapunto al estilo sencillo y práctico de Chanel, su eterna rival. Fue en la capital francesa, ciudad que le fascinaba, donde tuvo su primer contacto con la alta costura cuando acompañaba a una amiga al taller de Paul Poiret. El modisto -que más tarde la animaría a emprender y crear su propia firma- no tardó en reconocer el excepcional talento de Schiaparelli y, bajo su influencia y tutela, comenzó a diseñar. Lo hacía de forma intuitiva -no contaba con formación técnica en confección, ni en patronaje- y directamente sobre el cuerpo, muchas veces sobre el suyo propio. Su curiosidad por otras expresiones artísticas llevaron a la diseñadora a interesarse por el surrealismo, y a realizar numerosas colaboraciones con importantes personalidades de la época. Una de ellas fue con el español Salvador Dalí, con quien creó el mítico skeleton dress, que presentó en 1938 en su colección Le Cirque, un diseño que ha sido reinterpretado a lo largo de su historia por los diferentes directores creativos de la firma. El último: Daniel Roseberry para la colección de alta costura de primavera-verano 2024 (izq.). Un mirada excepcional al lado más surrealista de la moda.
Elsa Schiaparelli