¿MI HIJO SUFRE ESTRÉS?
Nuestros hijos, desde muy pequeños, se tienen que enfrentar a situaciones hostiles y estresantes que precisan de gran capacidad de adaptación. Cuando esta falla y los estímulos estresantes la superan, este estrés produce un deterioro general en su psiquismo, con repercusión en su bienestar emocional y, a la larga, en su salud general.
POR QUÉ ES FRECUENTE EL ESTRÉS EN LOS NIÑOS
Una de las situaciones que con mayor frecuencia genera estrés a cualquier edad es la ausencia de control en los acontecimientos que vivimos y en las circunstancias que nos rodean. En el niño, esta situación es casi permanente. Los niños se encuentran a lo largo de su infancia sin experiencia alguna, en un constante y permanente proceso de aprendizaje, de adquirir nuevas experiencias y nuevos conocimientos, y es por ello que el estrés, aun de baja intensidad, es mucho más frecuente de lo que creemos. Su capacidad de adaptación, sus mecanismos de defensa y el apoyo y las ayudas de sus padres y educadores serán las condiciones que les hagan superar estas situaciones.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LOS NIÑOS ESTRESADOS
Las demostraciones que el estrés genera en el niño aparecen cuando la intensidad de este supera su capacidad para controlar los elementos estresantes y su adaptación a ellos. Se caracterizan por un conjunto de reacciones psíquicas y orgánicas que alteran su equilibrio emocional y que dan lugar a síntomas que deterioran su bienestar. Los síntomas físicos u orgánicos suelen manifestarse a través de somatizaciones y están orientados a llamar la atención de los padres. Los síntomas psíquicos y emocionales tienen relación con la depresión y la frustración. La mayoría de los niños no tienen capacidad para saber qué les pasa y son los padres los que deben sospecharlo analizando los acontecimientos que les afectan. Los cambios en la vida del niño, las nuevas situaciones, la tensión ambiental, las situaciones hostiles y las nuevas experiencias son factores que pueden desencadenar el estrés.
ACONTECIMIENTOS QUE LES GENERAN ESTRÉS
En el entorno familiar, el nacimiento de un nuevo hermanito, el divorcio de los padres, los cambios domésticos, el fallecimiento de algún familiar. A nivel escolar, el cambio de colegio, de clase o de profesor; los exámenes; tener roces con compañeros o maestros. Y a nivel ambiental, los medios de comunicación, las redes sociales, la televisión, las actividades deportivas de competición, el ordenador, las relaciones sociales, etc.