LA FIGURA DEL LOGOPEDA: ¿DE QUÉ SE OCUPA Y CUÁNDO RECURRIR A ÉL? ALTO Y CLARO
La Logopedia es una disciplina de las Ciencias de la Salud que se ocupa del estudio, la detección, la prevención, la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos de la expresión oral, de la voz y de la palabra, base fundamental para la comunicación humana, y de las alteraciones de la deglución de los alimentos, la masticación y hasta de la respiración en las vías aéreas superiores.
LA VOZ Y LA PALABRA
Algo tan simple como hablar, expresarse oralmente, transmitir ideas, pensamientos, emociones y, con ello, poder relacionarnos con nuestros semejantes, ha sido la base de la comunicación entre los hombres. Y además, un factor de enorme importancia en el progreso de la Humanidad a lo largo de toda la Historia.
Entendemos por voz al sonido generado y emitido por el aparato fonador humano, como consecuencia del paso del aire a través de las estructuras que lo generan. La palabra está formada por una serie de sonidos, articulados por la voz humana, que se asocian a un significado y que -a su vez- pueden ser representados gráficamente. ¿CUÁNDO DEBO PEDIR AYUDA?
La maduración en el área de la expresión oral es variable de unos niños a otros. Normalmente, a los 18 meses el niño ya imita la voz humana, emite sonidos y puede decir monosílabos. A partir de los dos años, nos encontramos en el límite de edad para consultar con tu pediatra, si el niño padece un retraso en su inicio o en su progresión. Si a esta edad nuestro hijo no entiende órdenes, no es capaz de imitar sonidos, no logra pronunciar palabras y solo emite sonidos de forma repetitiva, deberemos acudir a la consulta de un logopeda.
Las alteraciones que se presentan en edad de guardería o edad escolar suelen ser informadas a los padres por los educadores, pues en muchos centros existen asesores que pueden valorar la necesidad de consultar con un experto y resolver el problema.
LOGOPEDIA INFANTIL El logopeda infantil trata las alteraciones del habla, así como otras actividades orofacciales y deglutorias, e interviene en la mejora y la corrección de los trastornos del lenguaje oral y escrito del niño y del adolescente y problemas de la voz. Es, además, el encargado de rehabilitar las funciones alteradas, para que el niño logre una comunicación óptima.