TARTA NUPCIAL CLÁSICA

En un cuenco, pon la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal. Tamiza todo. Precalienta el horno a 180ºC. Prepara tres moldes redondos forrando el fondo con papel de horno y engrasa con mantequilla las paredes. Enharínalos. En un bol amplio, pon la mantequilla con el azúcar y bate con una batidora a velocidad media unos tres min, hasta que esté esponjosa y blanquecina. Añade, de uno en uno, los huevos, hasta obtener una mezcla homogénea, e incorpora la esencia de vainilla. Baja la velocidad de la batidora al mínimo y agrega la mezcla de harina en tres tandas, alternando con la leche entera; bate solo hasta que todo esté incorporado. Divide la masa en los tres moldes preparados y deja hornear 35-40 min. Retíralos del horno y déjalos reposar en el molde unos 20 min. Desmolda los bizcochos sobre una rejilla y deja enfriar. Para preparar el almíbar, pon en un cazo el azúcar, cúbrelo con el agua y una cucharadita de limón y, cuando empiece a hervir, retira del fuego y deja enfriar. Para la cobertura de crema de queso, bate la mantequilla con el azúcar durante tres min., hasta que esté blanquecina y cremosa, añade el queso crema y bate a velocidad baja durante unos segundos. Añade el extracto de vainilla incolora. Deja enfriar un poco en la nevera y ya tienes la crema de queso lista para rellenar y decorar la tarta. Para montar la tarta, corta cada bizcocho por la mitad y rocíalo con el almíbar, luego rellena con una parte de crema de queso, cierra cada bizcocho y glaséalo por fuera, apílalos y decóralos con la manga pastelera haciendo diferentes dibujos.