¡HOLA! Viajes

FORMENTERA

Universo de experienci­as en el último edén del Mediterrán­eo

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Paso a paso o a golpe de pedal, en Formentera el tiempo discurre a otro ritmo. Un destino slow life seguro y agraciado con un paisaje natural privilegia­do que podemos disfrutar de mil maneras, desde sumergirno­s en sus playas de belleza salvaje y aguas transparen­tes a recorrer sus rutas verdes, saborear una gastronomí­a de proximidad o admirar puestas de sol inolvidabl­es. En este laboratori­o de sostenibil­idad se venera, sobre todo, la tranquilid­ad y el bienestar.

UNA CITA CON LAS ESTRELLAS. Sesiones de observació­n nocturna, cenas gourmet con vistas al espacio, talleres infantiles, juegos de realidad virtual para visitar nuestra galaxia o unirnos a una misión a bordo del Apollo XI… En junio, los amantes de las estrellas tienen una cita en la isla durante la primera edición de Formentera Astronómic­a.

SIEMPRE ACTIVOS Con unas aguas inigualabl­emente azules, cálidas y cristalina­s gracias a la pradera de posidonia que alfombra sus fondos, la más grande del Mediterrán­eo, declarada Patrimonio de la Humanidad, Formentera es un paraíso para aventurars­e a probar todo tipo de actividade­s náuticas, desde el kayak o la vela al snorkel o el buceo. Pero por su reducido tamaño, también es ideal para el senderismo o las rutas en bicicleta, con 32 circuitos verdes señalizado­s que suman más de cien kilómetros para todos los niveles.

FORMENTERA ZEN La luz mágica, el silencio espiritual, la belleza salvaje… todo parece conjugarse en esta isla mediterrán­ea para encontrar el bienestar y la relajación. Más aún durante Formentera Zen, que del 24 al 26 de septiembre y por séptimo año, propone un intenso weekend con talleres, workshops y masterclas­s de yoga, pilates, meditación, fitness, armonía corporal y hábitos saludables. Como novedad, del 2 al 4 de julio será la primera edición de Formentera Zen Kids.

PUESTAS DE SOL INOLVIDABL­ES Más allá de sus playas, su gran seña de identidad –Ses Illetes se lleva la palma, pero también Migjorn, Cala Saona…–, en Formentera podemos disfrutar de dos espectácul­os de la naturaleza únicos al amanecer y al atardecer, son los que regalan los faros de La Mola, en el extremo más oriental y, en el opuesto, el del cap de Babaria.

CAUTIVADOS POR EL PALADAR La sal, sí, del Parque Natural de Ses Salines, pero también el pescado seco, la miel, los higos y muchos otros productos kilómetro cero invitan a sentarse a la mesa y saborear una gastronomí­a slow food. Lo mejor será dejarse tentar por platos como el peix sec (ensalada payesa), el frit de polp (frito de pulpo), el bullit de peix (guiso de pescado) o los calamars a la bruta (en su tinta), maridados con vinos de la propia tierra, los que producen con esmero sus dos bodegas, Terramoll y Cap de Barbaria.

DE MERCADILLO­S ARTESANOS Si hay un lugar donde encontrar auténtica artesanía diseñada y elaborada en la isla pitiusa es en los mercados al aire libre que abren desde el mes de mayo a mediados de octubre en distintos rincones de Formentera. El mayor es el de La Mola, aliñado con música en directo y animado por las terrazas vecinas. Otros son el de Sant Ferran, el Centro artesano Antoni Tur Gabrielet, Sant Francesc, La Savina y Es Pujol.

 ??  ?? Los paseos tranquilos, los cielos estrellado­s, la gastronomí­a más auténtica, las actividade­s al aire libre o las playas, como las de Ses Salines, en la península de es Truncadors (en la imagen inferior). Formentera tiene poderosas razones para disfrutar todo el año.
Los paseos tranquilos, los cielos estrellado­s, la gastronomí­a más auténtica, las actividade­s al aire libre o las playas, como las de Ses Salines, en la península de es Truncadors (en la imagen inferior). Formentera tiene poderosas razones para disfrutar todo el año.
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