DESCUBRIR PORTO SANTO. La gran playa de arena de Madeira no está en la isla principal, sino en la más pequeña de las habitadas del archipiélago, a la que llegaremos desde Funchal en ferri o en avión. Además del magnífico arenal de nueve kilómetros y propiedades terapéuticas, en esta isla sostenible hay que descubrir la casa donde vivió Colón en Vila Valeria, asomarse a los miradores de Portela y de las Flores y hacer una ruta en kayak por los islotes cercanos.